Las marcas de automóviles muchas veces son como niños. Si BMW anunció hace unos meses que el BMW i8 sería el primer modelo de producción que equiparía faros láser de serie cuando saliera a la venta en otoño, Audi ha querido quitarle ese honor con una edición especial del R8, cuya actual generación está dando sus últimos coletazos de vida.
Bajo el nombre de LMX se producirá una tirada limitada de 99 unidades en carrocería cupé que llegará al mercado en junio, tendrá un precio aproximado de 250.000 euros y tendrá como principal atractivo la presencia de los mencionados grupos ópticos con tecnología láser.
Según la nota de prensa ofrecida por la marca:
“Con esta nueva tecnología un módulo láser por cada faro genera un cono de luz con el doble de alcance que los faros LED. Cada módulo comprende cuatro diodos láser de alta potencia. Con un diámetro de sólo 300 micrómetros, éstos generan un haz de luz láser azulado con una longitud de onda de 450 nanómetros. Un convertidor de fósforo transforma este haz en luz blanca apta para circular, con una temperatura de color de 5500 Kelvin (…) La luz láser, que se activa por encima de los 60 km/h, complementa el haz de la luz LED en el Audi R8 LMX, y mejora considerablemente la visibilidad y la seguridad. Un sensor basado en las imágenes de una cámara detecta otros usuarios de la carretera y ajusta de forma activa el patrón de luz”.
El R8 LMX también se distinguirá por algunos aspectos de diseño, exterior e interior, expescíficos. La carrocería se podrá elegir en dos colores, el azul Ara con efecto cristal y el gris Daytona en acabado mate, mientras que la parrilla, las entradas y las salidas de aire son de color gris titanio. Además, el alerón fijo, las carcasas de los retrovisores, el difusor y el spoiler delantero están hechos de CRFP.
En el interior se combina el negro con el azul en dos variantes, Sepang para las costuras de contraste de volante, palanca de cambios, consola central y asientos (estos últimos tapizados en cuero Napa fina); y Ara para el respaldo de los mismos. Como colofón, en los umbrales de las puertas se encuentran unas placas identificativas de aluminio con el número de la edición.
Bajo el capó ruge el bloque V10 5.2 habitual en el modelo, de 570 CV de potencia y 540 Nm de par, asociado a una caja de cambios S Tronic de siete relaciones. Acelera de 0 a 100 en 3,4 segundos y alcanza los 320 km/h de velocidad punta.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.