El Ford Puma renace como un SUV pequeño

El Ford Puma era un deportivo compacto que se comercializó en Europa a finales de la década de los 90. Ahora, la marca del óvalo ha decidido recuperar dicha denominación, pero aplicada a un modelo totalmente diferente, un SUV del segmento B, que parte de la base del Ford Fiesta y que se sitúa en la gama junto al Ecosport.

Su diseño es bastante diferente al de sus hermanos debido a detalles como el gran tamaño de la parrilla, los faros más voluminosos de lo habitual, el considerable espacio que hay entre la línea de cintura del modelo y los pasos de rueda, o el hecho de que estos, además de ser minimalistas, no luzcan las tan habituales protecciones de plástico inferiores tan habituales en el segmento.

No se han anunciado sus medidas oficiales, aunque aparentemente es solo ligeramente más grande que el Fiesta, aunque, claro está, cambian sus proporciones y dada su naturaleza todocamino tiene una altura mayor. Sí se sabe que su maletero cubica 457 litros.

En un primer momento solo estará disponible con un motor gasolina microhíbrido, combinando dos versiones distintas de su motor 1.0 EcoBoost: la primera de 125 CV y la segunda de 155, con un sistema eléctrico de 48 voltios que permite ahorrar hasta un 10% de combustible. Más adelante la oferta mecánica se completará con un bloque diésel 1.5 TDCI de 120 CV.

Su dotación tecnológica es de lo más completa, incluyendo el cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, el sistema de infoentretenimiento Ford SYNC 3 y el Ford CoPilot 360º, un conjunto de ayudas a la conducción que incluye control de crucero adaptativo, control de estabilidad electrónico, asistente precolisión con detección de peatones, sistema de monitorización de neumáticos, asistente de frenada de emergencia y aparcamiento semiautónomo.