Frente a la alternativa de la tecnología híbrida, algunos fabricantes proponen otras soluciones tendentes tanto a la eficiencia como al ahorro. Es el caso, entre otros, de Skoda con las versiones de gas natural comprimido (GNC) de algunos de sus modelos, como por ejemplo este Octavia con carrocería Combi.
En esencia, este familiar es idéntico a cualquiera de sus hermanos de gama, desde el diseño al equipamiento pasando por la habitabilidad, los acabados o la seguridad. Eso sí, al abrir la trampilla de repostaje aparecen dos bocas que dan acceso a un depósito de gasolina y a otro doble de GNC.
Porque ésta es la gran particularidad del G-TEC: su propulsor de 1.4 litros de cubicaje y 110 CV puede funcionar indistintamente con cualquiera de ambos combustibles. Las ventajas esenciales son dos y muy valiosas, sobre todo para quienes recorran gran cantidad de kilómetros. La primera de ellas es que el GNC tiene un precio por litro que es aproximadamente la mitad que el de la gasolina, con el consiguiente ahorro que ello representa puesto que el consumo por cada cien kilómetros recorridos es equiparable; por otra parte, la existencia de estos tres depósitos permite obtener una autonomía teórica de nada menos que 1.300 kilómetros. En la práctica esa cifra se reduce pero es cierto que es posible acercarse al millar sin esfuerzo.
Es la propia gestión del propulsor la que se encarga de seleccionar el tipo de combustible que se usa en cada momento. Mientras que existe disponibilidad se prioriza el GNC, excepto a bajas temperaturas (básicamente al arrancar) cuando se recurre a la gasolina hasta alcanzar la necesaria para que el gas trabaje debidamente.
Cuando el GNC se agota (un reloj en el salpicadero nos va informando de su nivel y otro indicador del consumo y autonomía restante), la gasolina entra en escena para comenzar a alimentar al motor, sin que el conductor deba intervenir de modo alguno en el proceso y tan ni siquiera se percate del cambio de no ser por un aviso en la instrumentación.
Es así como se consigue un ahorro económico importante (se puede circular con gas hasta 400 kilómetros) y también la eficiencia de unas emisiones de tan sólo 97 gr/km de CO2. Y todo ello pudiendo disfrutar de las cualidades habituales de cualquier Octavia, dinámicas, de confort y de calidad general del producto. Lástima que las estaciones de servicio con GNC sean todavía muy escasas en España y mal distribuidas por el territorio.
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