El líder de Kiss subasta su Corvette… con guitarra incluida

Estrellas de la música, actores, deportistas, artistas… Bolsillos por lo general saneados que pueden permitirse dar rienda suelta a su pasión por los automóviles caros y exclusivos. Son muchos los ejemplos de esta afición tan extendida entre nombres ilustres, entre los que se incluye Paul Stanley, líder de la legendaria banda de rock Kiss.

Stanley es un seguidor fiel del Chevrolet Corvette, el icono de la deportividad al estilo americano. Ha sido propietario de varias unidades de esta marca, de una de las cuales se va a deshacer ahora en la subasta que se celebrará en Las Vegas (EE UU) entre el 30 de junio y el 2 de julio próximos.

El cantante de Kiss asegura venderlo porque “no puede hacer justicia” a todo el potencial de un Stingray descapotable de este mismo año. “Quiero que lo disfrute alguien que pueda sacarle más provecho o que se añada a una colección de coches especiales”, agregó el músico.

Cómo es el Corvette de Stanley

El Corvette de octava generación está propulsado por un V8 atmosférico de 495 CV, por lo que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos y tiene una velocidad punta de 295 km/h. Son prestaciones destacables, como también un precio de unos 95.000 euros para la carrocería Convertible, una cantidad bastante ajustada dentro del segmento de los deportivos de su rendimiento.

La unidad de Stanley es de color rojo burdeos metalizado, con el techo retráctil negro y pinzas de freno acabadas en amarillo. También cuenta con un alerón aerodinámico trasero sobreelevado. En el interior, el cuero de los tapizados es de color canela, que se combina con algunas zonas negras con costuras en contraste de la misma tonalidad anterior.

Para incentivar el precio de la subasta realizada por los especialistas de Barret-Jackson, el afortunado comprador del Corvette de Stanley recibirá también una guitarra Ibanez, autografiada por la estrella del rock, que explica así la oferta: “La guitarra es otro aspecto de mi vida, parte de lo que soy. Así que pensé que quien comprara mi coche tendría una parte de mí. Quiero que sea alguien feliz, que lo disfrute. Para mí, la vida siempre ha consistido en la alegría que puedo transmitir a otras personas, por eso aquí están mi coche y mi guitarra. Para que alguien los disfrute”.