El Mercedes Clase C acaba de ponerse al día, por lo que ahora le toca el turno a su versión más radical, el Mercedes-AMG C63. Todas sus variantes (berlina, Estate, coupé y cabrio) reciben una actualización que no es demasiado profunda, pero que sí incluye cambios en diversos aspectos. Empezando por su imagen, las modificaciones son sutiles. En el frontal la parrilla cambia para lucir lamas verticales mientras que los paragolpes cuentan con entradas de aire algo más grandes.
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En la vista lateral se estrenan nuevas llantas de 18 pulgadas (de 19 como extra) que mejoran el rendimiento aerodinámico. Por último, la zaga cuenta con un difusor diferente y también cambia un poco la forma de las salidas de escape cuádruples.
En el interior el conductor se pone a los mandos de un volante deportivo de tres radios, con la parte inferior achatada y controles táctiles, y además con la posibilidad de tapizarlo en una tela que imita el ante. Las molduras de salpicadero y puertas pueden ser de fibra de carbono o de madera, y los asientos tienen más apoyo lateral y cuentan con funciones de ventilación y masaje. Destaca la presencia opcional de un cuadro de instrumentos 100% digital en forma de pantalla de 12,3 pulgadas y que visualiza la información en tres configuraciones: Classic, Sport y Supersport.
El motor sigue siendo el bloque 4.0 V8 biturbo que entrega 476 CV de potencia y 650 Nm de par máximo (en las versiones S sube a 510 y 700, respectivamente), pero eso no significa que no haya mejoras.
Hasta ahora se combinaba con una transmisión automática de siete marchas, en adelante lo hace con una automática AMG SPEEDSHIFT MCT 9G con embrague multidisco y 9 velocidades. Cuenta con diferencial autoblocante y la suspensión se ha puesto a punto, aunque su respuesta varía en función de los seis modos de conducción disponibles gracias al AMG DYNAMIC SELECT: Slippery, Comfort, Sport, Sport+, Race e Individual.
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