Junto a la puesta al día del Mercedes Clase A, la marca alemana ha aprovechado para presentar la actualización de su monovolumen compacto, el Mercedes Clase B, con una renovación que comparte las líneas maestras de su hermano: ligeros retoques estéticos, aumento del equipamiento tecnológico y la implantación generalizada de la tecnología microhíbrida.
Los retoques visuales que recibe son mínimos y pasan por pequeñas modificaciones en elementos como la parrilla delantera, el paragolpes o el formato de los grupos ópticos; así como añadidos como los cuatros nuevos diseños de llanta, que pueden ser de hasta 19 pulgadas de diámetro.
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En el habitáculo, Mercedes aplica los mismos cambios ya vistos en el Clase A, un nuevo volante achatado en la parte inferior y una consola más limpia puesto que se prescinde del mando rotativo que se empleaba hasta ahora para interactuar con el sistema multimedia MBUX.
Éste sigue utilizando como soporte un cuadro de instrumentos digital de siete pulgadas y una consola central de 10,25 pulgadas, aunque de manera opcional ambas pueden tener el tamaño grande.
Las mejoras tecnológicas van en otra dirección, puesto que ahora el sistema cuenta con lector de huella dactilar, presenta nuevas visualizaciones para la información y ha mejorado el asistente por control de voz.
También se ha mejorado la dotación de asistentes de seguridad con un Driver Assistance Package más completo que incluye asistente de dirección, sistema de mantenimiento de carril y, de manera opcional, un asistente para maniobras con remolques.
La novedad más importante, sin embargo, es que ahora todas las mecánicas del modelo, a excepción del B 250 E híbrido enchufable de 163 CV, cuenta con sistema microhíbrido de 48 voltios, por lo que disfrutan de la etiqueta ECO de la DGT.
La oferta diésel queda configurada por las versiones B 180 D de 116 CV, B 200 D de 150 CV y B 220 D de 190 CV; mientras que las de gasolina son las B 180 de 136 CV, B 200 de 163 CV, B 220 4MATIC de 190 CV y B 250 4MATIC de 224 CV.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.