Cuando hace un par de meses se mostró al mundo la séptima generación del Mercedes Clase S ya se adelantó la llegada de una variante híbrida enchufable, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha concretado la información, en la que destaca su sistema de propulsión, de gran potencia y con una autonomía eléctrica muy superior a la media entre los modelos PHEV.
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Combina un motor de gasolina de seis cilindros en línea, que entrega 367 CV y 500 Nm, con un bloque eléctrico que suma otros 150 CV (un aumento considerable respecto a la generación previa) y 400 Nm. En conjunto alcanzan 510 CV y 750 Nm de par máximo, lo que augura una aceleración de 0 a 100 km/h muy rápida, aunque no se haya concretado el dato, y una velocidad punta de 250 km/h.
Más importante todavía es la presencia de una batería de 28,6 kWh que, en conjunción con el propulsor eléctrico, permite circular en modo de cero emisiones hasta 100 kilómetros, pudiendo alcanzar 140 km/h. Esto, además de otorgarle la etiqueta Cero de la DGT, hace que homologue en ciclo WLTP un consumo de entre 0,8 y 1,3 litros, y unas emisiones de CO2 de entre 18 y 30 g/km. Aunque, como sucede en todos los modelos híbridos enchufables, la cifra de consumo solo puede aplicarse a los primeros 100 kilómetros recorridos y siempre que se parta con las baterías cargadas.
Para alargar al máximo su alcance eléctrico, el Clase S híbrido enchufable dispone de varias ayudas. Por un lado, es posible elegir entre diferentes grados de retención al desacelerar, y por tanto de recuperación de energía. Por otro, al establecer una ruta en el navegador, el propio sistema decide la combinación mecánica más adecuada para maximizar la eficiencia en el trayecto.
Es compatible con varios sistemas de recarga: tomas domésticas (hasta 3,7 kW), wallbox (hasta 11 kW) y postes rápidos de hasta 60 kW, con los que recupera su capacidad al 100% en apenas media hora.
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