Según la Administración de Transportes sueca, decenas de radares han sido robados en los últimos meses. Y, a la vez, el mismo tipo de cámaras se ha visto en drones caseros rusos utilizados en la guerra de Ucrania. Al parecer, los cuerpos de seguridad suecos lo saben, pero no pueden hacer comentarios públicos.
En un documental publicado por el Ministerio de Defensa de Ucrania, se desmonta un dron ruso que se estrelló en suelo ucranio.
En el dispositivo, aparece una cámara Canon sujeta con velcro a una pequeña placa de acero, el mismo modelo que llevan los radares suecos desaparecidos, según informa el periódico Aftonbladet.
La Policía sueca reconoce que está al tanto de la posible conexión entre los robos de radares y los drones rusos de fabricación casera, pero no ofrece más información.
“No podemos entrar en más detalles ni hablar de nuestras investigaciones”, declaró al diario sueco el portavoz de prensa del Servicio de Seguridad de Suecia (Säpo), Fredrik Hultgren-Friberg.
Un centenar de radares robados
El 27 de agosto desaparecieron 11 radares entre Tierp y Hargshamn. Tres días más tarde, el 30 de agosto, desaparecieron casi 50 radares en la zona de la capital, Estocolmo.
La semana pasada, se produjeron al menos otros tres robos de radares en la carretera E16, entre Hofors y Falun, y otros dos fueron denunciados en Hedemora, según el periódico Södra Dalarnes Tidning.
Según el Ministerio de Defensa ucranio, los drones rusos de fabricación casera han participado en numerosos ataques contra Ucrania.
A pesar de su construcción relativamente sencilla y aficionada, se han utilizado con éxito para explorar y localizar posiciones de defensa del Ejército ucranio. También se dice que se han utilizado para encontrar y marcar objetivos para la artillería rusa.
Otros expertos, sin embargo, dudan de que los componentes de estos radares (con un precio de 23.000 euros cada uno) hayan acabado en los drones rusos.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.