Un nuevo terremoto parece cernirse sobre el Grupo Volkswagen. El escándalo de los motores diésel fraudulentos podría extenderse a una variante más de sus TDI, en concreto a la de tres litros de cubicaje que se uniría así a los ya reconocidos 2.0. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos así se lo ha comunicado al fabricante, mediante una notificación de infracción a la que ha tenido acceso la Prensa estadounidense.
Según el documento hecho público, varios modelos dotados con este propulsor turbodiésel 3.0 utilizan el mismo software ilegal que modifica los datos de las mediciones en parado de las emisiones contaminantes. Se trata de coches pertenecientes a las marcas más lujosas del grupo alemán, Audi y Porsche, como A6, Ay y Q5 (de la primera) y el exitoso Cayenne (de la segunda), pero también de un tope de gama como el Volkswagen Touareg.
De confirmarse esta nueva irregularidad, las consecuencias podrían resultar demoledoras para Volkswagen. No sólo por el efecto que tendría en su imagen sino también por el fuerte castigo al que se enfrentarían en Estados Unidos por ocultar estos datos una vez destapado el escándalo del anterior motor. Por el momento, el fraude afectaría únicamente a unas 10.000 unidades vendidas al otro lado del Atlántico.
La marca lo niega
Horas después de conocerse la noticia, Volkswagen emitió un comunicado oficial en el que negaba tajantemente esta posibilidad. Achacaba lo ocurrido a un malentendido y se ponía a disposición de la EPA para clarificar cuanto fuera necesario, manteniendo que el software de manipulación de emisiones no estaba instalado en ningún caso en el TDI 3.0.
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