Los timos que tienen a los conductores como víctimas son innumerables. Los delincuentes tienen un amplio abanico de estrategias a la hora de robarles y en los últimos tiempos, las gasolineras han sido escenario de intentos ilegales de obtener beneficios. La última es la estafa del surtidor.
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En verano, las áreas de servicio están mucho más concurridas y se convierten en el lugar perfecto para que los estafadores se aprovechen de los conductores con prisa. Tal y como ha informado el canal francés TF1, es lo que ha sucedido en una gasolinera de Avia ubicada en Ardentes.
Uno de los responsables de la estación de servicio ha explicado que varios conductores han sido víctimas de un método sencillo y eficaz aprovechando un momento de despiste en el surtidor. Este verano, un simple gesto puede salir caro.
Así funciona la estafa del surtidor
La estafa del surtidor comienza cuando un desconocido se acerca a un conductor y le pide que le pague un pequeño repostaje con su tarjeta bancaria. Como garantía, esta persona le da el importe en efectivo.
Parece inofensivo, ya que la cantidad es pequeña y el repostaje no afecta al coche del conductor. Tras hacer el pago, la víctima se marcha y el delincuente nunca llega a colocar bien el surtidor: vuelve a cogerlo y sigue repostando tranquilamente hasta el límite de autorización establecido, que suele ser de 150 euros.
El sistema acepta: el combustible sigue saliendo y el terminal de pago no se ha reiniciado porque el repostaje todavía no ha terminado. El conductor, convencido de haber hecho un favor, se marcha tranquilo. La sorpresa llega más tarde.
Dos gestos para evitar el timo del surtidor
Los conductores no se dan cuenta de que han sido víctimas de la estafa del surtidor hasta que comprueban el extracto bancario y ven que la cantidad es mucho mayor que el pequeño gesto inicial. En ese momento, el estafador ha desaparecido y, normalmente, suele ser tarde para identificar con precisión el fraude.
Para no caer en la estafa del surtidor, las autoridades francesas hacer un pequeño gesto que arruinará el intento de robo de los delincuentes: negarse a pagar el repostaje de un desconocido que tiene el importe en efectivo. Otra medida preventiva pasa por comprobar que la boquilla esté bien colocada y mirar qué dice la pantalla del surtidor.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.