Trucos de limpieza y mantenimiento del coche han sido los temas más leídos durante esta semana en EL MOTOR. Y es que con simples productos que probablemente estén en casa se pueden obtener varios beneficios.
¿Cómo puede ser que el papel aluminio evite el robo del coche? ¿O que un producto para cocinar sea eficaz y deje el automóvil brillante y como nuevo? Pocos euros, muchos beneficios.
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El truco del papel aluminio
Un rollo de papel de aluminio cuesta unos cuatro euros y esconde varias curiosidades. Por ejemplo, pocos sabrán que el lado opaco y el brillante tienen usos distintos y específicos. El primero se encarga de absorber las temperaturas exteriores; la cara luminosa realiza exactamente lo contrario: repeler las temperaturas que provienen de fuera.
Hay otra función más allá de estas: el papel de plata sirve, incluso, para evitar el robo de coches. ¿Cómo? Aísla y protege actuando como antirrobo, ya que su material no permite recibir frecuencias de dispositivos externos diseñados por los ladrones para robar el vehículo.
De esta forma, envolver la llave del vehículo complica la tarea de los delincuentes, que duplican esta señal para abrir las puertas y robar el coche. Este sistema es también conocido como ataque de retransmisión (o ‘relay attack’ en inglés). Tal es el éxito de esta técnica preventiva que son abundantes los vídeos de tutoriales en las redes sociales.
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El vinagre y las llantas como nuevas
Para limpiar algunas partes del coche, se puede apostar por la tradicional mezcla de agua y jabón o por un producto disponible en cualquier cocina: el vinagre, un potente limpiador que mucha gente usa para eliminar la grasa, la cal e, incluso, las manchas de la ropa.
Hay quien prefiere el vinagre de limpieza, con una acidez diferente a la que tiene el aderezo que se emplea en las comidas y que impide su consumo.
Para emplearlo como limpiador de llantas, es preciso diluirlo en agua a partes iguales antes de aplicarlo. En este proceso se puede emplear un paño, una esponja, un cepillo de cerdas suaves o un pulverizador. Tras unas cuantas pasadas, no habrá rastro de suciedad. Por último, habrá que enjuagar las llantas con agua limpia y retirar los restos con un paño seco.
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