El turbio pasado de los coches de segunda mano importados a España

Al traer un coche desde otro país hay que revisar muy bien toda su documentación y su historial mecánico y de mantenimiento.

Importar coches

Foto: Getty Images

Muchos coches usados se importan de un país a otro para satisfacer la demanda local de vehículos. Alemania, Francia, Bélgica e Italia, los principales exportadores de coches usados de Europa, abastecen al resto del continente con vehículos de segunda mano. Sin embargo, los coches de estos países no están exentos de defectos.

La última investigación realizada por la empresa de datos de automoción carVertical ha revelado que de todos los coches importados comprobados el año pasado en España, el 39,1 % procede de Alemania, el 19,6 % de Francia, el 13,6 % de Bélgica, el 11,4 % de Italia y el 5 % de Rumanía.

Muchos coches importados tienen un historial turbio

Pero si bien cuatro de cada diez vehículos llegaron a España desde Alemania, el 3,4 % de ellos tenía el cuentakilómetros alterado y el 22,8 % había sufrido daños en el pasado. El 3,3 % de los coches procedentes de Francia tenían también alteraciones en el cuentakilómetros y el 41,2 % presentaba daños menores o mayores.

Cuatro de cada diez coches importados proceden de Alemania.

Aun así, la situación de los vehículos procedentes de Bélgica es peor, ya que el 8,3 % del total había sufrido manipulaciones en el cuentakilómetros y el 57,6 % tenía registros de daños.

Y es que aunque Alemania tiene una buena red de carreteras y el mantenimiento de los vehículos se suele hacer de forma exhaustiva, cuando estos vehículos usados viajan a otros países, se puede editar cierta información como el historial de mantenimiento o incluso el kilometraje, lo cual supone un mayor riesgo.

Algunos compradores no saben lo que compran

Los compradores pueden adquirir un coche importado seleccionando su modelo preferido en un sitio web de anuncios clasificados extranjero y comprándolo directamente o a través de una empresa especializada en servicios de importación.

De esta manera, la empresa gestiona todos los documentos y entrega el coche en la puerta del comprador. Otra opción es comprar un coche en España que aún no se haya matriculado en el mercado nacional. En este caso, el comprador tiene que matricular el vehículo por sí mismo y pasar la inspección técnica.

Acudir a una gestoría para solucionar toda la documentación no es una mala idea.

Existe una tercera opción, la más arriesgada. Un comprador puede pasar por alto el hecho de que el coche ha sido importado a España porque ya estaba matriculado y se vende como un vehículo sin antecedentes en el extranjero. Además, a veces, los vendedores no informan a los compradores sobre el pasado del vehículo.

Por eso, y aunque la amplia selección de vehículos importados puede tentar a los compradores de coches usados a tomar una decisión espontánea y rápida, es importante inspeccionar el historial del vehículo para evitar sorpresas desagradables meses después.

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Alfredo Rueda

Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.

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