Volkswagen presenta la actualización del Polo cuatro años después del estreno de su actual generación. El utilitario alemán recibe retoques estéticos, más tecnología en el habitáculo, mejora sus asistentes de conducción y apuesta por una gama mecánica de gasolina y gas, despidiéndose del diésel. Se pone a la venta en primavera, pero por el momento se desconocen los precios.
Como puesta al día que es, los cambios visuales se centran en el frontal y la zaga, incluyendo modificaciones suficientes como para alterar sensiblemente su imagen.
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Los grupos ópticos delanteros son de led, están unidos entre sí por una tira también formada por diodos y, según el acabado, puede montar los LED Matrix IQ.LIGHT. Los pilotos traseros cambian su forma redondeada para estilizarse, alargándose hacia el interior.
También se amplían las opciones de personalización añadiendo nuevos colores para la carrocería, hasta un total de ocho posibilidades, y también la oferta de llantas, con tamaños que van desde las 15 a las 17 pulgadas.
En el habitáculo las novedades afectan al cuadro de instrumentos y al sistema multimedia. El Volkswagen Polo cuenta ahora de serie con el Digital Cockpit de 8 pulgadas, que en su versión Pro crece hasta las 10,25 pulgadas. La consola central, por otra parte, está disponible, según el acabado, en tamaños de 6,5 a 9,2 pulgadas, y en todo caso elimina los botones físicos, incluso los inferiores para la climatización, que pasan a ser hápticos.
Volkswagen ha optado por eliminar los motores diésel de su oferta, así que ahora un bloque de gas natural de 90 CV es la única alternativa a los de gasolina. El de acceso es el 1.0 MPI de 80 CV (con cambio manual de cinco relaciones), seguido del 1.0 TSI de 95 CV (cambio manual de cinco o DSG de siete). La oferta tope de la gama, hasta que en verano desembarque la variante GTI, es el 1.0 TSI de 110 CV (cambio DSG de siete marchas). Todos son de tres cilindros.
Como novedad entre los asistentes de conducción, el sistema IQ.DRIVE Travel Assist aúna las funciones del control de crucero adaptativo y del aviso de salida de carril, con las que se consigue una conducción semiautónoma. Este paquete es un extra opcional, pero de serie se incorporan el Lane Assist, el Front Assist o un nuevo airbag central situado entre piloto y copiloto.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.