A pesar de la reciente atención mediática sobre incendios de coches eléctricos, las estadísticas y diversos informes indican que estos vehículos se incendian con mucha menor frecuencia que los de combustión interna. Un estudio de la Agencia Sueca de Contingencias Civiles concluyó que los coches eléctricos tienen hasta 20 veces menos probabilidades de incendiarse.
Del mismo modo, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) en España también ha corroborado esta afirmación, basándose en datos de países con alta penetración de vehículos eléctricos. De esta manera, la busca desmentir la creencia de que los coches eléctricos se incendian fácilmente.
Aunque reconocen el riesgo de incendio de las baterías de iones de litio, afirman que estos riesgos pueden controlarse o eliminarse con un buen diseño, sistemas de supervisión avanzados y medidas de seguridad estrictas.
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Más difíciles de apagar
Para extinguir un incendio en un vehículo eléctrico se requiere mucha más agua y químicos que en uno de combustión. La media para apagar un eléctrico es de unos 10.000 litros, llegando en algunos casos hasta los 23.000 litros para un Tesla que ardió espontáneamente en Sacramento (Estados Unidos).
En contraste, sofocar el fuego en un vehículo de gasolina o diésel solo necesita unos 2.700 litros de agua, casi cinco veces menos. Si bien los coches eléctricos se incendian con menor frecuencia, apagarlos es más complejo debido a que los componentes de sus baterías pueden arder durante horas e incluso reactivarse tras ser sofocados inicialmente.

Mantas contra incendios
Las mantas son un elemento que se ha utilizado desde hace mucho tiempo para ayudar a sofocar un incendio. Últimamente, han irrumpido en el mercado mantas ignífugas especiales para sofocar coches eléctricos. Un nuevo dispositivo que ha incorporado muchos cuerpos de bomberos por todo el mundo. Estas mantas están fabricadas con materiales resistentes a altas temperaturas como fibra de vidrio o sílice.

Se colocan sobre el vehículo en llamas para sofocar el fuego al privarlo de oxígeno y contener los gases tóxicos. Aunque no extinguen completamente el incendio de la batería, ayudan a prevenir su propagación a vehículos cercanos o estructuras, dando tiempo a los equipos de emergencia para actuar de forma más segura.

Además de la manta y debido a la alta generación de calor y la capacidad de las baterías para arder sin oxígeno, existe un riesgo considerable de que el fuego se reavive horas o incluso días después de la extinción inicial. Para mitigar este riesgo, los bomberos también siguen protocolos estrictos, para su almacenamiento y monitoreo.

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