Todos los años por estas fechas Ford mira al cielo y crea una unidad ‘one-off’ del Mustang inspirada por algún conocido caza. El año pasado el homenajeado fue el Thunderbird empleado por las fuerzas aéreas norteamericanas, este le toca el turno F-35 Lightning II.
Desarrollado en colaboración con LockheedMartin, cuenta con un diseño específico: la pintura base es gris brillante, una franja negra con los bordes amarillos cruza longitudinalmente la parte superior de la carrocería y tras los pasos de rueda traseros se encuentra la decoración típica del caza.
Redondean el conjunto el alerón, las carcasas de los retrovisores y las pinzas de freno, todos en amarillo; las llantas Forgiato de 21 pulgadas, el logo del avión tras las aletas delanteras y las banderas de los países en los que ha servido en la parte inferior de las puertas.
En el interior lo primero que llama la atención es el tintado amarillo de todas las ventanas (algo ilegal en nuestro país), pero también hay detalles como los asientos Recaro personalizados, los logos del caza bordados en los paneles de las puertas, la tapicería de cuero, las inserciones de carbono, la instrumentación modificada y las placas de los umbrales de las puertas.
En cuanto a la mecánica, mantiene el motor 5.0 y como principales añadidos suma los amortiguadores Eibach más ligeros y los escapes de mayores dimensiones con salidas carbocerámicas.
Siguiendo la tradición, no se venderá, se subastará en el evento ‘Gathering of Eagles’ y los beneficios obtenidos se donarán al ‘Experimental Aircraft Association’s (EAA) Young Eagles’.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.