La gama Ranger, líder de ventas de pick-ups en Europa y España, incorpora una nueva versión denominada Ford Ranger Raptor, con claras connotaciones deportivas. Desarrollado por Ford Perfomance, el departamento de vehículos de alto rendimiento de la firma del óvalo, incorpora un motor biturbo diesel de 213 CV, una caja de cambios automática de 10 velocidades, y un chasis y suspensiones inspirados en la competición. Su precio es de 56.250 euros y llegará a mediados de año, pero ya se aceptan pedidos.
La denominación Raptor se asoció a la gama pick-up de Ford en Estados Unidos tras conseguir el modelo F-150 un podio en 2008 en la Baja 1000, la competición más importante off road de las que se disputan en California. Precisamente, los desiertos californianos y también en los de All Springs (Australia) han sido el escenario donde se ha puesto a punto el Ranger Raptor en colaboración con los equipos que compiten en la Baja y el Dakar.
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El modelo Raptor, que se fabrica en Sudáfrica, incorpora un motor EcoBlue diesel biturbo de 2 litros que desarrolla 213 CV y un par de 500 Nm. Está asociado a un cambio automático de 10 velocidades con levas en el volante y un sistema de gestión del terreno con seis modos de conducción: normal, deportivo, hierba-tierra-nieve, barro-arena, roca y Baja. Todos trabajan en combinación con las diferentes ayudas a la conducción: control de estabilidad de que incorpora la función de mitigación de balanceo, control electrónico de estabilidad, control de balanceo del remolque, asistencia de arranque en pendientes, control de descenso y control adaptativo de carga.
El chasis ha sido afinado por los ingenieros de Ford Performance para adecuarlo a sus nuevas exigencias deportivas. Las suspensiones cuentan con mayor anchura (150 mm con respecto al modelo XLT) y altura (51 mm). Los amortiguadores FOX cuentan con un 32% más de recorrido en el tren delantero y un 18% en el trasero. Frenos sobredimensionados y neumáticos desarrollados específicamente por BFGoodrich para este modelo completan el cóctel deportivo, aliñado con una estética y equipamiento acordes a las circunstancias.
Al volante se descubren sus atributos desde el primer kilómetro por carretera, aunque es fuera del asfalto cuando realmente se disfruta del Ranger Raptor. Tanto en caminos como en zonas pedregosas y dunas se desenvuelve con una solvencia pocas veces vista en un vehículo de serie, y además absorbe las irregularidades de una manera sorprendente y sortea dificultades imposibles.
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