¡La venganza de los todoterrenos! En una época oscura en la que los SUV dominaban el mercado, los todocaminos campaban a sus anchas y los crossovers se encontraban en la élite, apareció él para hacer justicia, para devolver todo al orden natural de las cosas: ¡el Mercedes Clase G 500 4×42!
Bromas a parte, la marca alemana parece empeñada en defender los todoterrenos de toda la vida, y nosotros que lo aplaudimos. Si hace no mucho maravilló a propios y extraños con el imponente G63 AMG 6×6 (que hasta tuvo su propia versión en GTAV), ahora adelanta un prototipo para el Salón de Ginebra que adapta este concepto a un ‘dos ejes’.
La idea es sencilla: ofrecer la máxima capacidad off-road posible. Y para ello se han tomado una serie de soluciones muy lógicas. Partiendo de un Clase G, crece hasta una altura de 2.225 mm y una anchura de 2.100 mm, aumenta la distancia al suelo hasta los 450 mm, mejora los ángulos de entrada y salida hasta 52º y 54º respectivamente, y la profundidad de vadeo hasta el metro.
Otros añadidos interesantes son las llantas de serie de 22 pulgadas (con opción de otras de 18 para no desllantar), la presencia de dos amortiguadores por rueda, varios modos de suspensión y los escapes laterales. Para darle vida se ha elegido un motor 4.0 V8 biturbo de 422 CV.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.