La condensación se forma en las ventanillas de los automóviles debido a la temperatura y la humedad en el aire. En realidad, es por la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del coche. Este fenómeno es el que origina el vapor que se impregna en los cristales.
Es una situación típica del otoño y del invierno, en la que la mezcla del frío, la lluvia, la humedad, el calor corporal o la calefacción generan el desagradable vaho dentro del coche. No solo es incómodo: también dificulta la conducción.
El truco del gel de sílice
Hay una forma sencilla de evitar el vaho y especialmente práctica en estos días de lluvia. Este truco se basa en las pequeñas bolsas rellenas de bolitas que se encuentran al interior de las cajas de zapatos u otros productos, que generalmente acaban en la basura.
Lo mejor es no hacerlo y conservarlas. Estas bolsas de sílice contienen unos gránulos transparentes que tienen como propósito absorber la humedad. Ante esta utilidad, se recomienda dejarlas dentro del automóvil para desempañar y evitar el vaho en los cristales del coche.

¿Cómo hacerlo? Se pueden dejar sobre el salpicadero, en los compartimentos o también bajo los asientos, y de esta manera absorberán la humedad existente en el ambiente.
Si no se tienen en casa, en el mercado es fácil encontrarlas. Por ejemplo, en Amazon cuestan desde siete euros y no solo sirven para dejarlas en el coche: también para mantener olores neutros en las maletas o guardar la ropa en mejores condiciones en el armario, etc.

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