A menudo, los trámites en distintos organismos para solucionar algún trámite relacionado con un automóvil puede traducirse en una pérdida de dinero y, sobre todo, de tiempo. Tanto, que quizá no llegue a compensar realizarlos directamente.
El área de vehículos es una de las especialidades que pueden tener los gestores administrativos; profesionales expertos en derecho administrativo y que actúan ante cualquier administración pública en nombre de las personas físicas o jurídicas. Y lo suelen hacer para cumplir ciertas obligaciones o ejercitar algunos derechos, con mayor fluidez y rigor.
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Estos gestores realizan todo tipo de trámites administrativos en nombre de terceros relacionados con los vehículos, desde matriculaciones, transferencias, gestionar tarjetas de transporte, hacer duplicados de fichas técnicas o permisos de circulación, importaciones de vehículos, etc.
Y, por supuesto, relacionados con los conductores, como todos los trámites que tienen que ver con el carnet de conducir.
Un gasto provechoso
Además, los honorarios de las gestorías no suelen demasiado elevados y la tranquilidad que se obtiene a cambio es muy valiosa. Porque no solo es una cuestión del dinero que se pueda destinar a traslados, sino el tiempo que se llega a perder en desplazamientos, relleno de solicitudes y demás trámites.
Y, por supuesto, y en el caso de gestiones muy demandadas como las transferencias entre particulares, este gasto no se va a realizar a menudo, ya que no se suele adquirir un coche con frecuencia. Y dentro de los gastos que genera la compra del vehículo, los honorarios de la gestoría representan una mínima parte.
Trámites en la DGT
Por supuesto, se puede ir personalmente a cualquier Jefatura de Tráfico en la provincia en la que se resida y efectuar los trámites por uno mismo.
Pero a lo mencionado anteriormente de desplazamientos, dinero y sobre todo tiempo, se le suma la dificultad frecuente de conseguir una cita previa, porque sin ella ya no es posible realizar ningún trámite. Y cada día es más complicado conseguir una, problema que se evita con los servicios de una gestoría.
Al aumento del parque automovilístico se le une la disminución paulatina de empleados públicos para realizar estas gestiones, por lo que las citas suelen ser escasas y muy difíciles de obtener, al menos para los particulares y al contrario de lo que ocurre con los gestores profesionales.
Claro que también está la posibilidad de realizar las gestiones a través de la sede Electrónica de la DGT. Algo tampoco demasiado sencillo para gran parte de la población aunque, para empezar, se debe contar con algún tipo de documentación electrónica para iniciarlas.
Después, el recorrido y la cantidad de casillas a rellenar, pueden desesperar y hacer desistir a más de uno. En estos casos, también la figura de las gestorías suele revelarse como la mejor opción para no pasar un mal rato.
Errores de los profesionales
Es algo que no suele ocurrir, porque al realizar los trámites de manera telemática y a través del Colegio de Gestorías Administrativas, todo está muy controlado.
Aún así, las gestorías están obligadas a tener un seguro de responsabilidad civil al que se podría recurrir en caso de que los trámites encargados a estos profesionales no se hicieran de forma correcta y conllevaran alguna sanción o pérdida de derechos.
Pero en general no suele hacer falta a este tipo de seguro, ya que la gestoría se suele responsabilizar de los trámites que lleva a cabo.
Delegar en una gestoría la mayoría de trámites relacionados con automóviles va a aportar un ahorro de tiempo importante, como se ha visto, además de que no habrá que preocuparse por informarse de los papeles que se deben rellenar, ni por el proceso que se debe pasar hasta completar la gestión.
En resumen ¿es mejor ir a una gestoría?
De otro modo, habría que ir en persona a la Jefatura Provincial de Tráfico, con esa cita previa cada vez más difícil de conseguir o armarse de paciencia e intentarlo a través de la web de la DGT.
En definitiva, realizar estos trámites por uno mismo, solo por el tiempo empleado y los posibles quebraderos de cabeza que pueden dar, no suele compensar y la opción de la gestoría se antoja, en muchos caso, como lo más efectivo y eficiente.
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