Golf GTE: un auténtico GTI con mucha conciencia ecológica

Lo mejor del genuino compacto se combina con las posibilidades de un sistema híbrido y recargable en la red eléctrica.

Golf GTE: un auténtico GTI con mucha conciencia ecológica

Debo asumir que relacionar la ecología con Volkswagen puede resultar paradójico en estos momentos. Sin embargo, creo que sería injusto no hacerlo teniendo modelos en su gama con tanta conciencia medio ambiental como el nuevo Golf GTE. La magnitud y consecuencias de su fraude con ciertos motores diésel son sobradamente conocidas, pero tampoco tendría que impedir reconocer los esfuerzos en el sentido opuesto, la protección del planeta mediante la reducción de emisiones contaminantes.






Y diría que con la variante híbrida enchufable de su legendario GTI han logrado un producto prácticamente redondo. Sus cualidades comunes son tantas como importantes: un diseño imperecedero, una calidad contrastada, un equipamiento muy completo, una habitabilidad acorde con las exigencias para un compacto y un comportamiento realmente equilibrado entre dinamismo y confort.

El valor añadido de este GTE es la combinación de un propulsor de gasolina con otro eléctrico, alimentado por una batería que se carga durante la conducción pero que, sobre todo, recupera su energía conectando el coche a la red doméstica (tiene la toma en el logotipo VW de la parrilla).

La tecnología que utiliza es más compleja de explicar que de utilizar (entender todas sus posibilidades exigirá algo de tiempo para el usuario medio), así que lo mejor es saber que ofrece hasta cinco modos de funcionamiento: completamente eléctrico, deportivo, combinado cuando la carga de la batería es baja, híbrido para reducir al máximo los consumos y recarga de energía durante la marcha.

A efectos prácticos, en mi opinión su gran argumento es que podremos tener dos coches en uno, dejando atrás los inconvenientes de los eléctricos puros (no así sus ventajas) pero sin renunciar a todas las posibilidades de un coche rutero, ideal también para viajar sin complejos.

Quien utilice el coche a diario en desplazamientos de hasta 50 kilómetros (aunque en ocasiones es difícil pasar de los 35 en modo eléctrico), podrá olvidarse de las gasolineras de lunes a viernes, tan sólo tendrá que recargar las baterías para circular sin emisiones y hasta velocidades de 130 km/h en vías de circunvalación, por ejemplo; cuando llegue el fin de semana no necesitará un segundo vehículo para salir de la ciudad, tendrá a su disposición un magnífico coche de 204 CV que nunca nos dejará tirado por quedarse sin pilas y que gasta muy poco…

 

 

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