La marca china BYD confirma que su concesionario no tiene relación con el incendio de Valencia

El catastrófico incendio de este jueves registrado en Valencia consumió por completo un edificio de 138 viviendas y mantuvo en vilo a toda la ciudad desde primeras horas de la tarde. De momento, se cifran cuatro víctimas mortales y una quincena de desaparecidos por el fuego, además de otros tantos heridos. 

La ciudad de Valencia se ha volcado con los afectados, ya reubicados en diferentes alojamientos para pasar estos días a la espera de ver cómo evoluciona la situación. De igual manera, toda la ciudadanía ha querido reconocer y agradecer la labor de los bomberos y los servicios de emergencia, que hasta esta madrugada seguían trabajando con la Unidad Militar de Emergencias para enfriar el edificio.

“Es pura casualidad” 

Respecto a la rápida propagación del fuego, todo parece apuntar a un problema de materiales de construcción. Aunque se desconoce el origen del fuego, en un primer momento algunos espectadores atribuyeron el foco del incendio a un concesionario de coches eléctricos que se encuentra justo en los bajos del edificio en llamas.  

La marca de vehículos eléctricos BYD dispone de un concesionario en este edificio del barrio del Campanar. En sus redes sociales, el director de comunicación de la marca en España ha desmentido las primeras acusaciones, explicando que la ubicación del concesionario “es pura casualidad y no tiene absolutamente nada que ver con el incendio”.

De hecho, los trabajadores de BYD se dieron cuenta de que el edificio estaba en llamas y desalojaron el local de inmediato, abandonándolo sin incidencias.

Construido con materiales inflamables

Tal y como menciona EL PAÍS, la causa más probable de la rápida propagación del incendio de Valencia es el material utilizado en la fachada del edificio durante la construcción. Este edificio, fabricado en 2005 y que en su momento se vendió como de grandes calidades y acabados, utilizó el llamado composite en el revestimiento exterior de la fachada.  

El composite está fabricado con resina y, además de ser un buen aislante, es “muy combustible”. Así lo explica David Higuera, ingeniero técnico y experto en instalaciones en edificios. Previsiblemente, a este material se han unido diversos elementos interiores del edificio que han contribuido a propagar las llamas de una manera tan voraz y rápida. Por ejemplo, el uso de suelos sintéticos, que favorecen la propagación en horizontal del fuego.