La campaña de vigilancia que la DGT nunca había hecho antes

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha presentado los nuevos conos conectados para señalizar obras en las carreteras. Unos dispositivos que transmitirán información a pie de asfalto, como guía visual para los conductores (son blancos y naranjas, como casi siempre hasta ahora), y datos a la nube con la seguridad vial como objetivo último.

La novedad de estos conos es que, antes de verlos en la carretera, los automovilistas ya tendrán conocimiento de su presencia. Los artilugios lanzarán un aviso que llegará al cuadro de instrumentos con tiempo suficiente, de modo que los conductores conozcan que un poco más allá hay un desvío o un corte parcial de la vía. 

Así se da otro paso hacia ese escenario ideal en el que los coches (cuando todos equipen la tecnología necesaria) y la carretera vivan conectados entre sí. Las empresas de conservación colocarán sus conos geolocalizados (y con destellos luminosos) y la DGT se enterará al instante.

La noticia pasará a la plataforma DGT 3.0 y al Punto de Acceso Nacional, de modo que el conductor conozca de antemano que hay obras en su trayecto previsto. 

Señalización de obras 

Cada año se ponen en marcha en las carreteras españolas más de 10.000 obras que generan, calcula la DGT, más de 100.000 incidencias de gestión de tráfico: cortes de circulación, estrechamiento de carriles, desvíos… Todas hay que señalizarlas, todas generan peligro. 

Los datos del Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico revelan que en 2021 se produjeron 158 siniestros relacionados con obras de mantenimiento y conservación: 17 de ellos implicaron a operarios que trabajaban o caminaban por la calzada o sus inmediaciones; dos trabajadores fallecieron.

Campaña de vigilancia de la DGT 

Entre otras causas, los siniestros se producen porque los conductores no respetan las señalizaciones provisionales de las obras. Placas de borde rojo y fondo amarillo, igual de imperativas que las fijas de fondo blanco, pero no siempre eficaces. 

Para comprobar si los automovilistas siguen de verdad las indicaciones, la DGT ha puesto en marcha hasta el domingo 30 de octubre una campaña de vigilancia centrada, por primera vez, en las obras de las vías interurbanas. El objetivo es detectar posibles incumplimientos de las indicaciones provisionales, tales como cambios de carril indebidos, distracciones o excesos de velocidad. 

Prevención de riesgos en la carretera

La DGT señala que la mayoría de los siniestros en las obras de mantenimiento de las vías son atropellos. Por lo común, protagonizados por vehículo ajenos a la propia obra y mientras se procedía a la señalización de esos trabajos. 

Hasta un 82% de los siniestros se pueden atribuir a los conductores, según Tráfico, que describe el accidente tipo. Se trata, de modo habitual, de un atropello directo, en día laborable y a pleno sol, y causado por un turismo.

No afectan en este caso las condiciones meteorológicas, pues los siniestros se producen con la superficie de la calzada limpia y seca, con buen tiempo y en carreteras de gran capacidad.