La Guardia Civil incorporó 2.700 unidades a su flota de vehículos entre los ejercicios de 2020 y 2021. Ya en octubre de este año se añadieron 221 automóviles con una inversión de nueve millones de euros.
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Pero aún hay más. La Benemérita quiere disponer de un parque móvil actualizado y eficiente, por lo que acaba de destinar otros 7,6 millones de euros para continuar con este proceso de renovación.
Acaban de incorporarse a su dotación 186 coches, con un protagonismo claro para los todoterrenos. Del total de las entregas, 174 corresponden al Toyota Land Cruiser con acabado GX y motor de 150 CV, dotados además con un equipo especial de paragolpes y defensa antiempotramiento.
Las 11 unidades restantes que se suman a esta flota corresponden al Renault Arkana, en concreto con mecánica de hibridación ligera y acabado Zen.
La apuesta de la Guardia Civil por la movilidad sostenible exigirá nuevas partidas presupuestarias para cumplir con este desafío, ineludible ante la tendencia generalizada de la industria, el mercado y los usuarios. Es así como el presupuesto del próximo año anota 70 millones de euros para la adquisición de 1.800 coches con motores modernos y menos contaminantes.
Además, se destinarán otros 5,6 millones de euros a una modalidad también cada día más en auge entre los automovilistas como es el rénting. Mediante esta fórmula financiera, que va más allá de la adquisición tradicional, la Guardia Civil podrá disponer de 1.300 vehículos destinados a labores de investigación.
La magnitud del esfuerzo se revela al ser estas inversiones superiores a la media de reposición en su parque móvil durante la última década.
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