El gigante automovilístico chino BYD ha impactado al mercado asiático tras dos decisiones que no han dejado indiferentes a sus adeptos y al resto de conductores. En primer lugar, por el lanzamiento de su avanzado sistema de conducción autónoma, el Ojo de Dios (God’s Eye, en inglés).
La segunda acción es la simultánea reducción de precios en varios de sus modelos. Esta combinación explosiva ha generado cierto malestar por parte de algunos consumidores, quienes se sienten perjudicados respecto a los nuevos compradores por la rápida evolución de la tecnología y la estrategia de precios de la compañía.
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Revolución en la conducción
El ‘Ojo de Dios’ de BYD, diseñado para competir directamente con el Autopilot de Tesla, representa un salto cualitativo en la conducción autónoma. Con tres versiones (A, B y C) que se adaptan a diferentes gamas de vehículos, la marca busca democratizar el acceso a esta tecnología. Sin embargo, la repentina inclusión de este sistema en modelos recién adquiridos y la simultánea bajada de precios han desatado protestas entre los compradores.
Solicitudes de compensación
Plataformas de consumidores como 12365auto, la más importante de China, han recibido multitud de quejas, superando las 4.700 en una sola semana. Los propietarios de vehículos de las series Ocean y Dynasty, entre otros, se sienten defraudados al haber pagado precios más altos por modelos que ahora son más baratos y cuentan con una tecnología superior. Exigen compensaciones económicas y actualizaciones gratuitas, argumentando que la compañía no informó sobre los planes de actualización y reducción de precios.

BYD responde y asume el error
Ante la avalancha de críticas, BYD ha reconocido el error y se ha comprometido a gestionar las quejas a través de sus departamentos correspondientes. Sin embargo, la compañía aún no se ha pronunciado sobre posibles indemnizaciones. La situación recuerda a la vivida por Tesla en 2023, cuando una reducción de precios generó protestas similares por parte de sus clientes en China.
Un mercado muy competitivo
La polémica en torno a BYD pone de manifiesto la feroz competencia y la rápida evolución del mercado automovilístico chino. La guerra de precios y la constante innovación tecnológica generan situaciones complejas, donde los consumidores se sienten vulnerables ante los cambios repentinos. Lo que sí que está claro es que el comprador de cualquier producto, y más si este cuenta con la última tecnología, sabe que se va a quedar obsoleto muy pronto, puesto que el salto cualitativo en estos dispositivos llega tras unos pocos meses.
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