La imagen se ha hecho viral en Twitter: una señal que al final de una calle impide girar a la derecha, con una excepción: Peugeot. En una calle de Vilafranca del Penedès (Barcelona), bajo una señal de prohibido el giro aparece una inscripción en catalán (“Excepte Peugeot”), lo que ha generado comentarios, chistes e incluso leves enfrentamientos con el nacionalismo de fondo.
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Detrás de esta placa, en cambio, existe una explicación mucho más sencilla. Cuando se llega a ese punto, los conductores se topan con una vía de sentido único y deben dirigirse hacia la izquierda, pero quienes se dirigen un concesionario ubicado unos metros hacia la derecha sí que pueden circular en esa dirección.
Hay quien sospechaba incluso que se trataba de un montaje de una cuenta paródica, pues las letras de la palabra Peugeot están descentradas en la imagen, pero una visita a Google Maps permite corroborar que la señal existe.
Las señales y las confusiones
Otra señal de tráfico generó numerosos comentarios en Twitter y Facebook hace unos años. Fue una que se pintó incorrectamente en Tudela (Navarra). Como reseñaban los medios locales en su día, pasó de señal vial a señal viral. Y todo por una letra. En un cruce entre dos calles, los trabajadores de la brigada municipal pintaron en el suelo ‘SOPT’ en lugar de ‘STOP’. El despiste, fotografiado por vecinos y personas que pasaban por la zona, saltó rápidamente a las redes sociales.
Señales desde una perspectiva de género
Y las señales de tráfico no solo pueden ordenar y desordenar la circulación (siete de cada diez conductores se equivocan por culpa de ellas), sino que también pueden entenderse desde una perspectiva de género. De hecho, la Fiscalía General del Estado incluyó en la Memoria Anual de 2019 un apartado en el que tildaba de machistas algunas placas de tráfico.
En el documento se indicaba que, por lo general, las señales “representan a un hombre como peatón o como conductor”, mientras que en otras “la mujer aparece en una situación de dependencia y subordinación”. La fiscalía indica que “todavía perviven las señalizaciones contrarias a los principios de igualdad”.
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