Siete de cada diez conductores se equivocan por culpa de las señales

Durante 2017 las distracciones al volante causaron más fallecimientos en las carreteras (33%) que otros aspectos igualmente relevantes, como los excesos de velocidad (29%) o el alcohol (26%). Las cifras de 2018 aún no están consolidadas, pero la tendencia será probablemente similar: el uso del teléfono móvil o del GPS y otros elementos externos, como las señales, tienen la culpa de que los conductores dejen de prestar la suficiente atención a la conducción.

De hecho, un 73% de los automovilistas ha tomado decisiones incorrectas por culpa de la mala señalización, según el estudio elaborado por BP España, CASTROL y el RACE en el marco de la campaña #AlVolanteLoImportante. Los autores del informe, realizado tras una encuesta a 2.000 conductores, concluyen que estas deficiencias de las señales preocupan tanto como otros aspectos externos, es decir, aquellos que no dependen de sus decisiones.

En este sentido, los tres principales factores que comportan un riesgo al volante son la presencia de otros usuarios en la vía como peatones, ciclistas, camiones o motos (55% de los encuestados), la existencia de accidentes en la carretera (52%) y una señalización confusa (48%).

En términos generales, para la inmensa mayoría de usuarios (91%) la señalización vertical es un aspecto fundamental para garantizar una conducción segura, especialmente en las épocas del año en las que hay menos horas de luz.

Hasta tal punto los conductores confían en las señales que los navegadores GPS no han llegado a sustituirlas, principalmente en los viajes en los que no se conoce bien el destino, como ocurre en ocasiones en estas fechas. Así, dos de cada tres entrevistados centran su atención en la señalización por encima de las indicaciones del navegador (incluso en caso de duda), frente a un 32% que admite prestar más atención a lo que les sugiere este.

Una señalización clara, visible y comprensible

Una señalización clara y visible resulta clave para evitar riesgos en la conducción, y así lo deja patente el estudio de BP España, Castrol y el RACE. Un 37% de las personas que se ponen al volante admite haber realizado algún tipo de maniobra incorrecta que ha puesto en peligro su propia integridad o la del resto de usuarios de la vía por culpa de una mala señalización.

No siempre la culpa es de las señales en sí, sino de otros factores relacionados. Por ejemplo, el 51% de los encuestados indica que, en ocasiones, la señalización no se sitúa con antelación suficiente. Otro 35% apunta que no es lo suficientemente grande para ser vista correctamente y un 28% piensa que, muchas veces, está situada en lugares de escasa visibilidad, incluso en ocasiones tapada por la vegetación. En invierno, la niebla, la nieve o las lluvias intensas pueden complicar las cosas aún más.

El estudio pone de manifiesto, además, que el buen hacer de las señales depende también del nivel de comprensión de las mismas por parte de los conductores que las interpretan. En este sentido, un 22% de los encuestados reconoce que no conoce el significado de todas las señales, mientras que un 31% afirma que la señalización no es fácil de entender.

Finalmente, cabe destacar que, según la encuesta, las señales no son el único elemento externo de distracción mientras se conduce, aunque sí el de mayor relevancia: el paisaje y la presencia de carteles publicitarios también pueden suponer una distracción para un 14% y un 25% de los conductores, respectivamente.