La compra de un coche nuevo incluye una garantía de dos años por la que debe responder el fabricante, sin límite de kilómetros y siempre que el error se deba a un defecto de origen, y serán tres años a partir del 1 de enero de 2022.
La nueva ley de garantías –que afecta a todos los bienes de consumo nuevos– amplía también el periodo que obliga a las marcas a ofrecer recambios y posibilidad de reparación a los automovilistas. A partir de 2022, los fabricantes deberán tener piezas de repuesto hasta diez años después de que dejen de fabricar el coche, frente a los cinco años actuales.
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El cambio normativo afecta solo a la garantía legal, cuyos detalles se establecen en la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, pero muchas marcas están ampliando a su vez la garantía comercial para ofrecer un servicio posventa mejor que el de la competencia.
Qué cubre la garantía de un coche nuevo
La garantía legal obliga a los fabricantes a reparar los defectos de origen de forma gratuita. En el caso de los coches, tienen que resolver fallos eléctricos, electrónicos y mecánicos sin coste, independientemente del número de kilómetros que se hayan recorrido.
Con la actual garantía de dos años, la situación no es la misma durante los seis primeros meses tras la compra que en los 18 siguientes: si la avería se produce en ese primer periodo, la ley da por hecho que el error se debe a un fallo de origen. Si la marca no está conforme, debe demostrar que el desperfecto es responsabilidad del usuario; a partir del séptimo mes ocurre al contrario: el usuario ha de probar que la avería no se debe a un mal uso.
Desde el 1 de enero de 2022, las marcas deberán ofrecer por ley una garantía de tres años, y durante los dos primeros cualquier error, salvo que se demuestre lo contrario, se considerará un fallo de fábrica.
Otros detalles sobre la garantía de un coche
Para que una marca mantenga la cobertura legal de un coche, el propietario debe cumplir con las revisiones oficiales que marque el fabricante, independientemente del taller en que las realice. La protección no cubre el arreglo de las piezas por su desgaste (las pastillas de freno, por ejemplo) o por falta de mantenimiento.
Respecto al plazo total de cobertura, el club de automovilistas RACE apunta que si el coche debe repararse por fallo de fábrica durante la garantía legal (que será de tres años desde el 1 de enero) el plazo “se amplía según el tiempo que el vehículo haya estado reparándose. Por ejemplo: si el coche ha estado 15 días en el taller, la garantía legal tendrá que ampliarse esos 15 días”.
La garantía comercial de un coche
Como un servicio posventa añadido, la mayoría de las marcas ofrecen garantías comerciales que van más allá de los dos años a los que obliga la ley, tres desde enero de 2022. Se trata de coberturas que invitan a los conductores a decantarse por modelos o marcas en concreto, y que cada vez son mayores. Las últimas en ampliar su cobertura han sido Alfa Romeo, que se encarga de la reparación de sus modelos durante cinco años, y Jaguar, que propone también un lustro de garantía.
Hay otros fabricantes con periodos amplios de cobertura, como Hyundai con cinco años o Kia con siete. En todos los casos, los conductores deben leer con detenimiento el contrato de garantía, pues por lo común los servicios de mantenimiento o asistencia están sujetos a diversas condiciones, entre ellas un número máximo de kilómetros.
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