Las multas por velocidad más caras del mundo

Las autoridades persiguen cada vez con más firmeza los excesos de velocidad en las carreteras. Hasta el punto de aplicar sanciones ejemplares que pueden superar los 600.000 euros.

Multas velocidad

Un radar de velocidad en la carretera.

En España la máxima sanción por rebasar los límites legales de velocidad es de 600 euros y va asociada a la pérdida de seis puntos del carnet. Y si ya es una cuantía elevada y disuasoria para los que corran demasiado por la carretera, hay otros países en el mundo donde sale hasta mil veces más caro. 

Y para demostrarlo y quitar a algunos automovilistas las ganas de saltarse las prohibiciones, la compañía aseguradora australiana Budget Direct ha publicado un ranking de las mayores sanciones impuestas por este motivo.

Y no hace falta irse muy lejos para reunir el top ten de supermultas, ya que todas ellas se han aplicado en el continente europeo. En concreto es en Suiza donde se impuso la ‘madre de todas las multas’. Fue en 2010 y el conductor de un Mercedes SLS AMG tuvo que pagar nada menos que 697.000 euros al ser cazado por la gendarmería helvética circulando a 290 km/h.

Pagar según los ingresos

Pero en el tranquilo país alpino no acabó ahí la cosa, ya que, ese mismo año, un radar volvió a dispararse capturando en esta ocasión la matrícula de un Ferrari Testarossa que pasó a 137 km/h por un tramo limitado a 80. Como resultado, las autoridades locales le aplicaron una sanción de 280.000 euros y es que, desde 2007, la legislación suiza aplica la cuantía de las multas proporcionalmente a los ingresos del automovilista.

Por otro lado, para entrar en los anales de las multas históricas no hace falta alcanzar velocidades elevadas, porque en otros países europeos se han dado otros casos de cuantiosas sanciones sin que la aguja del cuentakilómetros haya subido demasiado. 

En Bélgica, por ejemplo, un conductor tuvo que pagar en 2019 nada menos que 201.000 euros por circular a 72 km/h en una zona restringida. 

Las multas de Finlandia

Ejemplos similares se han dado en Finlandia, un país especialmente severo con los excesos de acelerador y se han denunciado graves infracciones, la mayoría a velocidades registradas entre los 70 y 80 km/h, que han completado la clasificación de las sanciones más cuantiosas: 192.000 euros (2004), 125.000 (2009), 125.000 (2019), 115.000 (2002), 107.000 (2008) y 98.000 (2013).

Sin lugar a dudas son cifras que asustan a cualquiera y que los conductores denunciados difícilmente olvidarán. La tendencia general de los países en todo el mundo es endurecer cada vez más las sanciones por infracciones contra la seguridad.

Pero la tecnología avanza a pasos agigantados y los modernos asistentes a la conducción ayudan cada vez más a evitar cualquier exceso de velocidad, ya sea avisando al conductor de las limitaciones existentes en la vía o bien adaptando de forma automática la velocidad del vehículo a la estipulada.

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Juan Luis Soto

Cuatro décadas informando sobre el mundo del motor y probando coches de todas las categorías. Después de trabajar en diversos medios especializados (Velocidad, Auto1, Solo Auto, Motor 16, Car and Driver, EcoMotor...), ahora en Prisa Media para seguir cubriendo la actualidad en plena revolución tecnológica del automóvil.

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