La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene en marcha durante esta semana una campaña especial de control de velocidad. Hasta el próximo domingo, vigilará y controlará el cumplimiento de los límites en su cruzada por reducir la accidentalidad y las consecuencias de los siniestros. Será la primera de este tipo que realice después de que, el 29 de enero pasado, se aprobará la reducción a 90 km/h de la velocidad máxima permitida en las carreteras convencionales sin separación de carriles.
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El organismo recuerda que el 75% de los accidentes mortales se producen en este tipo de vías, la mitad de ellos por salida de la misma a causa de excesos de velocidad. Los controles que se están realizando durante estos días se centran en los tramos de riesgo asociados a la velocidad, además de en puntos concretos donde se suele circular por encima de los límites y existe un elevado índice de siniestralidad. Se trata de controles anunciados en los paneles de información o con señalización vertical provisional en aquellos casos en los que la vía carezca de estos.
En coincidencia con esta campaña, la DGT ha querido recordar que las políticas de seguridad vial de la Unión Europea se basan en protocolos que asumen que el ser humano comete errores y se deben articular las medidas oportunas para evitar que se produzcan en lo posible. En ese sentido, los organismos internacionales aconsejan que los límites de velocidad se establezcan teniendo en cuentan las fuerzas que el cuerpo humano puede tolerar en caso de accidente.
Y los define claramente para cada uno de los escenarios más propenso a esta siniestralidad. En el caso del entorno urbano no debería superar los 30 km/h, como ya se ha establecido en algunas ciudades españolas y el propio Gobierno de Pedro Sánchez reconoció que se podría extender a una normativa de aplicación nacional (fue uno de los proyectos que quedó en suspenso con la convocatoria de elecciones generales). En cuanto a las zonas con intersecciones, donde existe un alto riesgo de colisiones frontolaterales, la velocidad máxima aconsejable sería de 50 km/h.
Por último, quedaría la limitación para las carreteras convencionales sin separación entre los carriles, con velocidad recientemente limitada en España a 90 km/h desde los 100 km/h precedentes. En este caso, los expertos propugnan un máximo de 70 km/h, una recomendación que habrá que ver si la DGT tiene en consideración como siguiente paso en la lucha contra la siniestralidad.
Desde Tráfico aseguran que ese proyecto no está en sus planes, pero los objetivos a medio plazo del director general, Pere Navarro, no parecen alejarse de esa idea. El máximo responsable de la DGT se pronunció en este sentido hace tan sólo unos meses, al referirse a su anterior mandato y las limitaciones de velocidad. “Si en 2011 hubiéramos conseguido reducir la velocidad a 90 km/h, hoy estaríamos hablando de bajar a 80 km/h”, señaló cuando presentó el paquete de medidas que pensaba aplicar en la nueva legislatura.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.