El mercado español de vehículos de ocasión avanza claramente a dos velocidades. Por un lado, los coches prémium usados se consolidan como opciones más jóvenes, tecnológicas y con menor desgaste aparente. Por otro, los modelos superventas siguen dominando por volumen, aunque con una edad media mucho más elevada.
Así lo refleja un análisis realizado por Carfax (proveedor de historiales de vehículos), que compara los tres modelos más vendidos en España con los tres prémium más habituales en nuestras carreteras.
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El estudio pone frente a frente a Seat Ibiza, Dacia Sandero y Toyota Corolla, que suman más de 1,4 millones de unidades analizadas, con Audi Q5, Mercedes GLC y BMW X1, con más de 260.000 vehículos examinados. El contraste es claro desde el primer dato: los superventas tienen una antigüedad media de 13,6 años, mientras que los premium se quedan en 6,2 años, prácticamente la mitad.

Esta diferencia de edad también se refleja en el kilometraje. Los modelos generalistas acumulan una media de 164.000 kilómetros, frente a los 127.000 kilómetros de los coches premium. En ambos casos, las cifras están por debajo de la media nacional, lo que sitúa a estos vehículos como opciones razonablemente fiables dentro del mercado de ocasión. En el caso de los premium importados, el kilometraje medio asciende hasta los 149.000 kilómetros, un dato a tener en cuenta por el comprador.
Uso intensivo
El uso intensivo explica buena parte de la veteranía de los superventas. Casi la mitad de los Ibiza, Sandero y Corolla analizados, un 48%, tiene 15 o más años. En cambio, la franja de edad más común entre Q5, GLC y X1 se sitúa entre los siete y nueve años, donde se concentra el 30% de las unidades. Son coches más recientes, pero no necesariamente exentos de riesgos.

Ahí aparece una de las conclusiones más relevantes del informe. Los vehículos de lujo presentan un 18% de riesgos asociados, frente al 16% de los modelos más vendidos. En este apartado se incluyen factores como importaciones, posibles manipulaciones del cuentakilómetros, uso previo como vehículo de alquiler o daños y accidentes anteriores. Un dato que desmonta la idea de que un coche más caro y moderno sea, por definición, una compra más segura.
De importación
Las importaciones también marcan diferencias. En el caso de los coches prémium, un 11% procede del extranjero, mientras que en los superventas este porcentaje es residual, apenas un 1%. Esta mayor presencia de vehículos importados explica en parte el aumento de riesgos y refuerza la importancia de comprobar el historial antes de cerrar la compra.
En el apartado de motorizaciones, los prémium vuelven a mostrar una ventaja clara en modernidad. El 29% de los Audi Q5, Mercedes GLC y BMW X1 analizados son híbridos, aunque el diésel sigue siendo mayoritario con un 64%, y la gasolina queda en un discreto 6%. En los modelos generalistas, la gasolina domina con un 54%, seguida del diésel con un 37%, y solo un 9% corresponde a híbridos, reflejo directo de su mayor antigüedad.

Geográficamente, los coches prémium se concentran en grandes núcleos urbanos. Madrid lidera con el 29% de las unidades, seguida de Barcelona y Valencia. Los superventas, en cambio, están mucho más repartidos por el territorio, aunque el podio de ciudades es el mismo, con porcentajes más equilibrados.
El análisis deja una conclusión clara: ni ser premium ni ser superventas garantiza por sí solo una compra segura. Cada segmento tiene sus ventajas y sus riesgos, y en ambos casos contar con información detallada sobre el historial del vehículo se convierte en una herramienta clave para evitar sorpresas.
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