Los Skoda Kamiq y Scala cambian de cara y mejoran su tecnología

La puesta al día de mitad de ciclo de vida mantiene una oferta mecánica formada por motores gasolina de entre 95 y 150 CV.

Skoda Kamiq y Scala

El diseño de ambos modelos es muy similar.

Skoda continúa la puesta al día de su gama y le toca el turno a dos de sus modelos de acceso, los Skoda Kamiq y Skoda Scala. Ambos tienen mucho en común y reciben una actualización idéntica: ligeros retoques visuales y una mejora de su dotación tecnológica y de equipamiento. Su apartado mecánico se queda como está.

El diseño resulta reconocible, y es que mantienen los rasgos vistos en los últimos Skoda. Aun así, la parrilla recibe pequeñas modificaciones y también cambian los paragolpes. Los faros estrenan una nueva firma lumínico y opcionalmente pueden ser Matrix-LED.

En el habitáculo, de serie cuentan con dos pantallas de 8,25 pulgadas que dan forma a cuadro de instrumentos digital y sistema multimedia, pero en función del acabado pueden crecer hasta 10,25 y 9,2 pulgadas, respectivamente, esta última asociada al sistema de navegación opcional.

Otros elementos disponibles son los cuatro puertos USB-C, el climatizador y el pedal virtual para abrir el portón trasero de forma automática

La gama de niveles de equipamiento se estructura en solo tres: Essence, Selection y Monte Carlo. Este último es el más distinguido y tiene elementos destacados como llantas de 17 o 18 pulgadas, acabado negro para ciertos elementos exteriores, techo panorámica, cristales tintados y faros Matrix TOP LED.

Motores sin electrificar

Donde ninguno de los dos recibe actualización alguna es en su apartado mecánico. Ambos comparten idéntica gama de motores, todos ellos de gasolina. El bloque de acceso es un 1.0 TSI tricilíndrico de 95 CV que se combina con una caja de cambios manual de cinco velocidades.

El intermedio es una variante del mismo propulsor, pero con 115 CV y que puede asociarse a un cambio manual de seis marchas o uno automática DSG de doble embrague y siete relaciones. El tope de gama es un 1.5 TSI tetracilíndrico de 150 CV que puede combinarse con ambas transmisiones.

La marca checa ha optado por no introducir versiones electrificadas que le otorguen la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico. El movimiento tiene lógica, pues se trata de una actualización. Sin embargo, ambos modelos se quedan descolgados de anuncios recientes como los Kodiaq o el Superb, que sí disponen de esas tecnologías.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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