Aunque algunos automovilistas autorizados puedan seguir circulando durante el estado de alarma por la pandemia de conoravirus, la mayoría deberá aparcar o guardar su coche hasta que la situación se normalice. Los propietarios de coches eléctricos suelen disponer de garaje, ya que ello supone una gran ventaja para cargar la batería por la noche y beneficiarse así de tarifas eléctricas más baratas. Y contar con un aparcamiento particular facilitará el mantenimiento de estos coches durante el periodo de confinamiento.
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Para empezar, y al igual que los coches térmicos, será recomendable estacionar cualquier coche eléctrico con los neumáticos inflados por encima de la presión recomendada para circular. Un 25% más de presión bastará para que la cubierta no se deforme con el peso del propio vehículo.
En los coches eléctricos, al igual que en los híbridos enchufables (PHEV), es muy importante que su batería no permanezca descargada por completo, porque se deteriorará y se reducirá su vida útil, que de promedio ronda unos 1.000 ciclos de carga. Hay que tener en cuenta que la batería es el elemento más valioso de este tipo de vehículos.
Al igual que en los teléfonos móviles, lo conveniente es que la carga se mantenga siempre entre el 20% y el 80% de su capacidad. Si está mucho tiempo por debajo del 10% o por encima del 90%, la batería sufrirá daños por falta o exceso de voltaje. Y cuando se vaya a guardar sin usar durante un tiempo prolongado, como en este caso, lo recomendable es que se mantenga entre el 50% y el 75% de carga.
Siempre que sea posible, durante ese periodo de tiempo resulta conveniente verificar el estado de carga y, si es necesario, conectar el coche a la red para recuperar energía y mantenerlo en esa franja ideal para que la batería no sufra. Aunque el coche no se utilice, irá descargándose poco a poco y algunos cargadores domésticos de pared tienen una función de mantenimiento para estos casos. Si la carga eléctrica de la pila baja del nivel recomendado, se activan de forma automática reestableciéndolo.
Cargadores y conexiones
Será también conveniente resguardar bien los cables y conectores en sus bolsas, evitando que se ensucien con el polvo o que queden expuestos a la humedad. Y también se aconseja mantener siempre limpio y seco el cargador doméstico o el enchufe donde se recargue habitualmente el coche. Cualquier anomalía en su conexión será detectada por su centralita y bloqueará la carga.
Por otra parte, las baterías de los coches eléctricos son bastante sensibles a bruscos cambios de temperatura, como los que se están registrando estos días en gran parte de la Península. Por ello es conveniente que permanezcan también al resguardo en garajes cubiertos o mejor subterráneos, donde la temperatura permanece más constante.
Cuando se normalice la situación, lo mejor será recuperar un 80% o 90% de la capacidad de la batería mediante una carga lenta nocturna. Y muy importante: antes de usar el vehículo hay que devolver la presión correcta a los neumáticos.
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