Tal y como se refleja en el último Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, en 2022, en España se robaron una media de 85 coches cada día. Sin embargo, para muchos ladrones, el vehículo no es su objetivo principal: son algunas de sus piezas específicas. Y hay algunas que son especialmente deseadas.
Unespa y Centro Zaragoza elaboraron en su momento un informe titulado ‘Los robos en automóviles. Datos 2020’. Con él, desvelaron que los Seat Ibiza, Volkswagen Golf, Seat León, Ford Focus y BMW Serie 3 son los cinco coches más sustraídos en España. ¿La razón? Su popularidad hace que exista una notable demanda de sus piezas.
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Centrando el foco en ellas, hay un elemento que es, sin duda, el preferido por los ladrones de coches: el catalizador. Esta pieza, que modifica químicamente los gases para reducir las emisiones contaminantes, está compuesta por un panel de cerámica que cuenta con un recubrimiento de metales preciosos: paladio, rodio y platino. Debido a su elevado valor, se han convertido en el objeto de deseo de los delincuentes.
No es el único componente que buscan los ladrones. Hay otros que pasan desapercibidos, pero están igual de codiciados en el mercado negro. Los talleres estadounidenses JB Motor Works y Classic Car Maintenance revelan cuáles son.
Objetivo: tecnología
Las llantas y los neumáticos son partes atractivas para los delincuentes: sobre todo las de mayor tamaño, las que están personalizadas y las ediciones especiales. Los faros xenón y LED también están en la diana.
Otro componente del exterior de un coche que puede ser víctima de las malas artes es el paragolpes: los más modernos están plagados de sensores y otros sistemas tecnológicos que pueden alcanzar un buen precio.
En Estados Unidos, sobre todo, los delincuentes se fijan en la puerta trasera de los pick-up. Son fáciles de quitar y pueden ser bastante valiosas, ya que están equipadas con cámaras y otros asistentes.
De los asientos a las pantallas
En el interior de los coches, los ladrones fijan su objetivo en un importante sistema de seguridad: los airbags. Ambos talleres coinciden en que son caras, un factor que las convierte en codiciados artículos en el mercado negro.
En el caso de tener un vehículo de siete plazas, hay que poner especial atención en la tercera fila de asientos. Suelen ser desmontables y, dado su tamaño y utilidad, gozan de cierta demanda.
A nivel tecnológico, las pantallas táctiles ubicadas en el centro del salpicadero están entre las piezas preferidas por los ladrones. Además, se pueden revender fácilmente. Y lo mismo sucede con los navegadores.
¿Cubre el seguro el robo de piezas?
Para que una póliza se haga cargo del robo de determinadas piezas, el coche debe estar protegido con un seguro a todo riesgo o con un terceros que haya sido ampliado con la cobertura específica que incluya este tipo de situaciones.
Las compañías de seguros, además, distinguen entre accesorios fijos (aquellos que vienen de fábrica) y los que no son de serie (los añadidos por el propietario después de comprar el coche), que deben estar declarados en la póliza para contar con esta protección.
Normalmente, cubrirán el importe total de la pieza robada, menos si es una de desgaste: en este caso la asegurada podría cubrir hasta el 80% de su valor. Y también hay que tener en cuenta que algunas compañías pueden poner condiciones o hacer excepciones con determinados componentes.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.