La reducción de velocidad para camiones en la AP-7 sur será efectiva en diciembre, según confirmó hoy el Ministerio de Transportes. El límite pasará de 100 a 80 km/h en dirección a Valencia, entre Calafat y Amposta, en un tramo de más de 40 kilómetros donde ya está prohibido adelantar. Los turismos también deberán adaptarse: de 120 a 100 km/h.
Esta decisión forma parte de un plan de choque que incluye seis nuevos radares, controles aleatorios y vigilancia aérea con helicópteros, según detalló la consellera d’Interior, Núria Parlon.
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El anuncio llega tras un año marcado por cifras alarmantes. Desde el 1 de enero, los Mossos d’Esquadra han impuesto 1.036 multas a camioneros en las Terres de l’Ebre, un incremento del 170% respecto al mismo periodo de 2024. Más de la mitad de las sanciones, un 60%, se deben a incumplimientos en los tiempos de descanso, fijados en 30 minutos cada cuatro horas y media. El Servei Català de Trànsit (SCT) advierte que la fatiga es uno de los factores más repetidos en las salidas de vía de vehículos pesados.
La ampliación de la AP-7, sin plazo
El problema no se limita a este tramo. En toda la AP-7, 16.098 conductores de camión han sido denunciados por diversas infracciones, lo que supone un aumento del 37% respecto al año anterior. Entre las causas más preocupantes figuran el consumo de drogas, con un 26% más de sanciones, y el uso del móvil, que ha disparado las multas por distracciones en un 47%. “Estamos ante una minoría que pone en riesgo al resto de usuarios”, subrayó Parlon, anunciando inspecciones de oficio a empresas reincidentes en colaboración con el Departament d’Empresa i Treball.
La situación se agrava por la falta de alternativas. El tráfico pesado no puede circular por la N-340, lo que convierte la AP-7 en un cuello de botella con solo dos carriles por sentido y un flujo diario de 12.000 camiones entre Montsià y Baix Ebre. El proyecto para ampliar la autopista, adjudicado en verano de 2023, sigue sin calendario definido. La inversión prevista supera los 160 millones de euros para más de 40 kilómetros, pero continúa en fase de redacción.
Mientras tanto, la presión sobre el sector del transporte crece. Los Mossos han detectado una decena de empresas “multirreincidentes” que acumulan infracciones graves. “No podemos permitir que la seguridad vial dependa de prácticas irresponsables”, concluyó la consellera. Las nuevas medidas buscan frenar una tendencia que, en lo que va de año, ya se ha cobrado la vida de 10 camioneros, siete de ellos en Tarragona.
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