Coches más seguros, una prioridad que salva vidas

Mazda lleva años a la vanguardia de la seguridad con su tecnología i-Activsense y el reconocimiento de organismos internacionales como Euro NCAP o el americano IIHS

Los modelos de Mazda ofrecen los más altos estándares de seguridad.

El cinturón de seguridad de tres puntos, ahora generalizado, comenzó a montarse en modelos de serie en 1959; el antibloqueo de frenos solo se popularizó a partir de 1978, mientras que las bolsas de aire para proteger a los ocupantes de un vehículo en caso de accidente, los hoy populares airbags, no llegaron hasta 1981.

Son soluciones ya muy comunes y consideradas tan efectivas que se han convertido en obligatorias para cualquier automóvil, ejemplos básicos de la carrera permanente de la industria de la automoción por mejorar la seguridad, activa y pasiva, de sus automóviles.

Mazda es una muestra evidente de ese esfuerzo constante por construir cada día coches que garanticen la máxima seguridad de sus ocupantes. Desde hace años se encuentran a la vanguardia de la tecnología, con paquetes de medidas que en los últimos tiempos se agrupan en lo que la marca ha bautizado como i-Activsense.

Mazda se convirtió en marca pionera al lanzar al mercado en 2012 el Mazda CX-5, primer SUV compacto en incorporar el sistema de asistencia a la frenada en ciudad de serie en toda la gama. Cuatro años después, en 2016, la frenada automática era ya un elemento disponible en el 100% de los vehículos comercializados por el fabricante en España.

Al igual que ocurre con la búsqueda de la eficiencia, los ingenieros de Mazda quieren ir mucho más allá de componentes aislados más o menos efectivos, su visión es global e incluye los dispositivos necesarios para que la seguridad cobre la categoría de integral y el conductor solo se tenga que preocupar de disfrutar de la conducción.

El Mazda CX-30.

Por supuesto que todos los modelos de su gama ofrecen los dispositivos que ya se consideran imprescindibles en cualquier coche moderno: desde los airbags frontales, laterales, de cortinilla o rodillas a la estructura deformable de su carrocería, pasando por el aviso de cinturones desabrochados, anclajes ISOFIX para sillas infantiles, antibloqueo de frenos… Pero la propuesta de i-Activsense supera todas estas expectativas iniciales, integrando sistemas muy avanzados especialmente destinados a la seguridad activa.

Tecnologías de última generación en toda la gama

Consecuencia de una incesante investigación e inversiones importantísimas se consigue que los coches actuales disfruten de ventajas impensables hace tan solo unos años. Mazda centraliza estas tecnologías, que parece rozan lo milagroso, en su paquete i-Activsense, concebido para ayudar al conductor a anticiparse a peligros potenciales y a afrontarlos desde ese momento en las mejores condiciones posibles.

Es así como los modelos de la marca japonesa son capaces de realizar frenadas de emergencia en ciudad ante la presencia de peatones; mantener una velocidad prefijada y modularla en base a las condiciones del tráfico; detectar si el conductor está cansado por su forma de conducir o su frecuencia de parpadeo; advertirle cuando otro vehículo circula en el ángulo muerto de los espejos retrovisores, mantener el vehículo en su carril e incluso avisar y corregir automáticamente la trayectoria cuando lo abandone de forma involuntaria.

Se trata de una pequeña muestra de lo mucho que i-Activsense llega a hacer por la seguridad de sus ocupantes, democratizando soluciones tan sofisticadas que hasta hace no mucho parecían patrimonio de las configuraciones de modelos de la más alta gama. Para Mazda la protección de sus clientes no es un privilegio, es un derecho que se materializa en la más moderna tecnología al alcance de todos desde sus versiones de entrada.

Eficacia certificada

La apuesta de Mazda por esa seguridad integral es mucho más que un argumento comercial o publicitario. Sus esfuerzos e inversiones durante décadas en soluciones de última generación que se incorporan a sus modelos se traducen en el reconocimiento de las organizaciones encargadas de auditar la seguridad de los automóviles a uno y otro lado del Atlántico.

En Europa, el organismo que realiza tales certificaciones es Euro NCAP con el sistema gráfico de sus populares estrellas para valorar la seguridad de un automóvil. De cero a cinco, y en ese orden creciente, el Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos califica aspectos tan esenciales como la seguridad de los ocupantes, la de los niños, la protección de usuarios vulnerables de la carretera y los asistentes de seguridad. Obtener la máxima calificación de cinco estrellas para sus modelos se ha convertido en un objetivo ineludible de los fabricantes de prestigio, aunque no todos lo consiguen con el mismo éxito.

Mazda 3

Mazda3.

Desde la implantación de una nueva generación de pruebas más rigurosas en 2018, Mazda ha logrado esas codiciadas cinco estrellas para sus modelos Mazda6, Mazda3 y, hace tan sólo unos meses, el CX-30. El último todocamino japonés ha sido acreedor de excelentes puntuaciones en las cuatro categorías que analiza Euro NCAP, como una valoración del 99% en la protección de pasajeros adultos. Y de todos los vehículos analizados a lo largo de 2019 por este prestigioso organismo, el Mazda CX-30 y el Mazda3 ocupan las dos primeras plazas en este apartado.

Su carrocería de alta rigidez pero muy ligera y con gran capacidad de absorción, el alto nivel de protección de peatones y todas las ventajas del conjunto i-Activsense fueron determinantes para que el propio secretario general de Euro NCAP, Michiel van Ratingen, elogiara la excelencia del CX-30: “Ha logrado una puntuación casi perfecta en la protección de adultos, es poco probable que otros modelos lleguen a superar esta calificación”.

También en Estados Unidos

Las exigencias de las pruebas Euro NCAP son elevadísimas, pero por si fuera poco la seguridad de los modelos de Mazda se apuntala en reconocimientos similares en Estados Unidos. El Insurance Institute for Highway Safety (IIHS por las siglas en inglés de ‘instituto para la seguridad en la carretera’) es una organización independiente, de carácter no gubernamental, que realiza pruebas en los vehículos gracias a la financiación del sector asegurador del país.

Desde esa posición de auditoría, el IIHS otorga cada año un total de 23 premios entre todos los coches analizados. Los analiza bajo seis aspectos esenciales: choques frontolaterales con dos porcentajes de solapamiento (25% y 40%), impactos laterales, resistencia del techo, comportamiento de los reposacabezas y resistencia de los asientos.

De los 23 premios concedidos por el IIHS en 2020, Mazda ha sido la marca que más galardones ha cosechado, con un total de cinco, gracias a modelos como el Mazda3 (con carrocería sedán y cinco puertas), el Mazda6 y los todocaminos CX-5 y CX-3. Una muestra más del compromiso de la marca con la seguridad y su dedicación constante para poner a disposición de los usuarios las más avanzadas medidas que garanticen su protección.

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