El eléctrico pionero de Mercedes sale del asfalto. La marca alemana está desarrollando una completa gama de vehículos eléctricos bajo el sello EQ, y seis nuevos integrantes llegarán de manera paulatina en los próximos años. Y el que lo comenzó todo, el Mercedes EQC, podría estrenar una versión campera con grandes recursos: se llama EQC 4×4² y mejora con creces el rendimiento del modelo de serie en los terrenos más complicados.
Es fácil apreciar la base del EQC de calle, pero su diseño es mucho más robusto gracias a elementos como los pasos de rueda ensanchados, que aumentan la anchura del SUV en 20 centímetros y son necesarios para dar cabida a los nuevos ejes y ruedas.
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Además, se ha modificado notablemente la suspensión, lo que ha ayudado a aumentar de manera considerable la distancia libre al suelo del Mercedes EQC 4×4², que es de 29,3 centímetros: duplica la del EQC de serie (14 centímetros) y es incluso 5,8 superior a la del icónico Mercedes Clase G.
Este rasgo es el que más impacta en la capacidad todoterreno del prototipo, que presenta unas cotas muy mejoradas: ángulo de ataque de 31,8 grados, ángulo de salida de 33 grados, ángulo ventral de 24,2 grados y una capacidad de vadeo de hasta 40 centímetros de profundidad.
Eso sí, no se ha variado ni un ápice su sistema de propulsión, que es idéntico al del EQC 400. El Mercedes EQC 4×4² tiene con una configuración de motor dual que le confiere tracción integral y desarrolla 408 CV de potencia y 760 Nm de par máximo. También emplea la misma batería de 80 kWh que, al menos en el modelo convencional, le permite homologar una autonomía eléctrica de hasta 417 kilómetros.
Un detalle llamativo del Mercedes EQC 4×4² es su generador de sonido externo, exigido por ley para los vehículos eléctricos (Acoustic Vehicle Alert System, AVAS): Mercedes ha optado por utilizar los propios faros delanteros como altavoces, lo que ayuda a optimizar el espacio disponible.
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