El Mitsubishi Outlander PHEV salió al mercado en 2013 y desde entonces ha vendido 200.000 unidades en Europa. Ahora este SUV va un paso más allá con la adaptación europea de la segunda generación de su sistema híbrido enchufable.
Con unas medidas de 4,71 metros de largo por 1,74 metros de alto, su distancia entre ejes es de 2,70 metros y la altura libre al suelo de 19,8 centímetros, es decir, casi un centímetro más que el modelo anterior.
Estética puesta al día
En su imagen no hay unos cambios espectaculares, pero sí una actualización que le queda muy bien. El frontal, contrariamente a las últimas tendencias, carece de una tira de luz led que recorra todo el ancho. En su lugar, se dispone una gran parrilla que se sitúa entre las dos finas luces diurnas superiores y unas gigantescas ópticas inferiores.
Más información
Con unas llantas de 20 pulgadas y una cintura alta, en su zaga destacan unos pilotos ahora más estilizados y una parte inferior en un plástico gris claro. Eso sí, conserva el logotipo de los tres diamantes, en contra de la práctica actual de muchos fabricantes, que han decidido poner el nombre completo del modelo también detrás. En este caso, ya se exhibe en el capó delantero.
Interior más convencional
Al igual que ocurre en el exterior, su habitáculo no presume de grandes pantallas ni de un diseño minimalista con el menor número de botones físicos posibles.
Eso sí, la instrumentación es digital, pero con un diseño convencional, mientras que la pantalla central de infoentretenimiento no es excesivamente grande ni aparatosa. Bajo ella, los aireadores, y algo más abajo los mandos físicos de la climatización.
A Europa solo llegará en versión de cinco plazas, y es que en Estados Unidos se vende con tres filas de asiento y hasta siete ocupantes.
Mecánica híbrida enchufable
Aún no se ha detallado la potencia para Europa, pero lo que sí parece definido es que será una mecánica híbrida enchufable.
El motor de gasolina es de cuatro cilindros y 2.4 litros de cilindrada. En Estados Unidos su potencia es de 131 CV, a los que hay que unir otros dos motores eléctricos, uno en cada eje. El delantero de 85 kW (115 CV) y el trasero de 100 kW (136 CV), aunque para Europa podrían rendir algo más, de modo que la potencia final rondaría los 250 CV. Y por supuesto, con la tracción integral que le brindarían estos motores.
Respecto a su autonomía, con la batería de 20 kWh, debería estar entre 75 y 80 kilómetros. Y cuando se acabe esta energía, el Outlander comenzará a funcionar de forma híbrida, pero de dos maneras: a la tradicional, con el motor de gasolina moviendo las ruedas y los eléctricos apoyando en determinadas circunstancias o, y esta es la más curiosa, con los motores eléctricos moviendo el coche y el de gasolina haciendo las veces de generador.
El buque insignia de Mitsubishi también contará con hasta siete modos de conducción: Normal, Asfalto, Grava, Nieve, Barro, Eco y Power. Su sistema de transmisión S-AWC distribuye el par entre las ruedas de ambos ejes en función de la capacidad de tracción de cada una de ellas para conseguir el mejor agarre posible sobre la superficie que se esté rodando.
Todavía no se han anunciado ni su gama ni sus precios.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram