En el estado de Michigan (Estados Unidos), una normativa municipal permite que cualquier vehículo estacionado en la vía pública durante más de 48 horas sea considerado abandonado y, por lo tanto, susceptible de ser remolcado hasta el depósito. Esta regla, que varía de una ciudad a otra dentro del estado, ha sido objeto de controversia entre los residentes, especialmente en localidades como Ann Arbor, donde la normativa ha afectado a numerosos conductores.
El caso reciente de Ryan Douma, un ciudadano de Michigan, ha puesto nuevamente esta ley en el centro del debate. Douma y su esposa dejaron estacionado un coche prestado en la calle antes de marcharse de vacaciones. A su regreso, descubrieron que el vehículo había sido remolcado y que debían pagar casi 500 dólares (476 euros) en multas para recuperarlo. La pareja desconocía que un vecino había denunciado el coche ante las autoridades, lo que desencadenó el procedimiento de incautación.
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Una legislación muy dura
Las normas comunitarias en Ann Arbor establecen que, una vez transcurridas 48 horas sin movimiento, cualquier vehículo puede ser reportado, tanto por la policía como por cualquier ciudadano, como abandonado. Tras la denuncia, los agentes inspeccionan la situación y, si consideran que se ha incumplido la norma, el coche es etiquetado para su remolque. A partir de ese momento, el propietario tiene un período de gracia de 24 horas antes de que se ejecute la retirada del vehículo.
Para algunos ciudadanos, esta medida es vista como un mecanismo injusto que penaliza a quienes no utilizan su automóvil a diario o a quienes, por razones económicas, no pueden costear las altas tarifas de recuperación. Según Douma, esta normativa se traduce en una “apropiación de dinero”, afectando especialmente a personas de bajos ingresos.

Quejas vecinales
Sin embargo, desde la administración municipal se defienden estas regulaciones, argumentando que forman parte del esfuerzo por mantener el orden y la seguridad en las calles. Chani Dixon, supervisora de normas comunitarias, ha señalado que su labor no está orientada a recaudar dinero, sino a responder a las quejas vecinales (ciudadanos a los que les molesta que un vehículo esté aparcado muchos días en el mismo sitio) y hacer cumplir las disposiciones locales.
El debate sigue abierto entre quienes consideran que la normativa es excesiva y quienes creen que es necesaria para evitar el abandono de vehículos en la vía pública. Mientras tanto, cualquier conductor que circule por el estado de Michigan, sobre todo los foráneos, deben ser conscientes de esta regla para evitar sanciones inesperadas.
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