Desde octubre de 2020, Joao Mendes (Lisboa, 1974) se encuentra al frente de Peugeot España y Portugal. Con una larga experiencia en el sector, el director general de la marca expresa su optimismo gracias a una sólida estrategia de electrificación progresiva de la gama y su actualización constante.
¿Cómo han cambiado el mercado y la marca que dirige en los años que lleva al frente de Peugeot?
Ha cambiado en la forma en la que llevamos el negocio, en cómo producimos los coches, pero sobre todo en la manera en que afrontamos el cambio energético para llegar a 2035 con cero emisiones de CO2, no tenemos otra opción que hacerlo. Y creo que Peugeot está haciendo ese trabajo, adaptando sus productos a la demanda actual del mercado, pero también a la legislación presente y futura.
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¿Se encuentra Peugeot en estos momentos en la posición de mercado que le corresponde? En el primer trimestre del año figura como la cuarta marca en matriculaciones de turismos.
La clasificación, por supuesto, es algo que nos permite ver si estamos en un buen camino, si los clientes valoran las ofertas que estamos haciendo. Pero lo que realmente queremos es hacer bien las cosas, ser relevantes en España, como ha sido siempre. Buscamos mantener el histórico que tenemos desde hace muchos años, ser una de las marcas preferidas de los compradores españoles, y para eso disponemos de un abanico de productos muy amplio. Sin olvidar tampoco a los vehículos comerciales, que suponen el motor de la pequeña industria y la economía de un país.
El fenómeno SUV se mantiene imparable. ¿Lo demanda el cliente o lo propicia la industria?
El formato SUV es una solicitud del mercado y nuestro desafío pasa por tener coches grandes como estos con bajos niveles de emisiones, con las tecnologías necesarias para ir cubriendo las exigencias que nos imponen.
¿Esa necesidad de electrificación condiciona a una marca generalista como Peugeot?
Ahora, por supuesto, supone un esfuerzo porque la tecnología eléctrica, ya la única posible, tiene que respetar tres principios para que la gente empiece a estar interesada en ella. El primero se centra en la autonomía de las baterías; el segundo es la accesibilidad, porque sabemos que son coches más caros; y el tercero, la confianza en la fiabilidad que exigen unas mecánicas aún desconocidas. Y nuestra estrategia de productos y servicios apunta en la dirección de satisfacer esas necesidades. En el corto plazo es una gran exigencia, pero sabemos que es el camino.
¿Qué pronóstico hace para el mercado en general y para Peugeot en particular de este ejercicio 2024?
R. Creemos que el mercado va a crecer un poquito, no solamente en turismos, también en vehículos comerciales. Creo que Peugeot ha hecho un trabajo muy fuerte en los últimos dos años, hemos actualizado 10 modelos y estamos bien preparados. Este ejercicio es muy importante para nosotros, con novedades como el 3008 o el 508, las motorizaciones híbridas con etiqueta ECO en toda la gama o los nueve modelos 100% eléctricos que forman nuestra propuesta. Diría que estamos bien preparados para satisfacer las demandas del usuario español.
¿Considera que el automovilista español está listo para dar el salto al vehículo sin emisiones?
R. Faltan dos cosas importantes para convencer al comprador español sobre los eléctricos. La primera, por supuesto, es la red de recarga, porque en comparación con otros países de Europa nos queda mucho por hacer y ese es un punto esencial. La segunda, solucionar el formato de las ayudas que se ofrecen. La industria está trabajando para que el cliente recupere su dinero en un proceso que no requiera meses. Solucionando estos dos problemas, podríamos cambiar la mentalidad de muchos para ir donde terminaremos yendo todos.
El Grupo Stellantis es el que más claramente ha optado por una transformación considerable del modelo de distribución, de la relación con sus concesionarios. ¿Por qué es necesaria esta transformación?
El mundo ha cambiado mucho con la digitalización en los últimos 10 años y lo va a seguir haciendo en los siguientes. Afectará a la forma en la que el cliente busca un coche, cómo lo utiliza, si lo compra o no…, así que tenemos que pensar cómo satisfacemos sus necesidades. Por otro lado, la cadena de distribución está pendiente hoy de demasiados aspectos, tiene muchos riesgos para su negocio. Y eso es lo que queremos asumir nosotros. Menos riesgo significa un modelo de negocio más seguro, donde toda la parte de marketing esté asegurada por la marca y en el que verdaderamente la red se encuentre orientada al cliente. Ofrecer la máxima calidad es clave al respecto.
Los concesionarios tiene muchos riesgos y son los que vamos a asumir las marcas”
¿Esto también se aplica al servicio de posventa?
La posventa seguirá más en la línea actual, porque conservaremos un gran valor como es la proximidad. Cuando hablamos de tener un coche debemos mantenerlo y entonces la cercanía va a seguir exactamente el mismo modelo de negocio que tenemos hoy, con los más de 180 puntos de servicio para nuestros clientes.
Otra cuestión recurrente en la industria en estos momentos es el desembarco de las marcas chinas. ¿Cómo valora la situación?
El mercado europeo tiene una historia muy fuerte e importante de aprender de todo. Lo primero es saber qué ocurre con estos nuevos jugadores, si llegan con más o menos oferta de tecnología, más o menos oferta de precio… Es verdad que el fenómeno merece una reflexión, porque estaría bien que las condiciones de entrada en el mercado europeo pudieran ser las mismas que de entrada en el chino, así sería mejor. Dicho esto, trabajamos en un mercado muy competitivo, la industria y la marca Peugeot tienen más de 200 años de historia, disponemos de productos para todos los intereses de un cliente, para todas las necesidades, y por eso debemos saber trabajar y convivir con estos nuevos competidores que surgen.
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