La Guardia Civil, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número uno de Alcalá de Henares (Madrid), ha culminado una operación denominada Biturbo con la detención de cinco personas, de nacionalidades rusa, rumana y española, a los que se les imputan los delitos de robo con fuerza, falsedad documental y receptación de vehículos de alta gama.
La investigación se inició hace más de un año, cuando la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) detectó la actividad de un grupo criminal muy especializado que se dedicaba a sustraer vehículos utilizando herramientas electrónicas y, por lo tanto, sin necesidad de tener que forzarlos.
Gracias a la cooperación internacional con otros cuerpos de policía, la benemérita pudo determinar las ramificaciones transfronterizas de este grupo criminal. Los vehículos robados en España se vendían en mercados internacionales y, del mismo modo, modelos sustraídos en otros países de Europa eran vendidos como vehículos legales en la península tras ser falsificados.
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Operación Biturbo: modus operandi
Los miembros de esta organización buscaban posibles vehículos que sustraer. Una vez localizados y controlados los horarios de sus propietarios, se desplazaban hasta el lugar y, empleando una herramienta informática artesanal, dotada de un software malicioso que permitía burlar las medidas de seguridad electrónicas instaladas por el fabricante, abrían y arrancaban el vehículo en pocos minutos sin forzar las cerraduras.
Posteriormente, les instalaban placas de matrícula de automóviles legales de la misma marca, modelo y color y los estacionaban en sitios públicos para pasar desapercibidos. De este modo, esperaban y verificaban si llevaban algún dispositivo de geolocalización instalado que hiciera que fueran recuperados por el propietario o por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Un taller de Alcalá de Henares (Madrid), propiedad de uno de los detenidos, era el encargado de instalar las nuevas placas de matrícula. Posteriormente, eran entregados a los miembros del grupo encargados de las falsificaciones, que modificaban los registros físicos del coche, tales como el número de bastidor, los adhesivos identificativos del fabricante y los electrónicos. También fabricaban nuevas llaves de arranque.
Desarticulación de la banda
La Operación Biturbo se ha saldado con la detención de cinco personas, así como con la recuperación de 13 vehículos, abundante material para el robo, una troqueladora de placas de matrícula, dispositivos de geolocalización, más de 100 llaves en blanco, herramientas informáticas artesanales para abrir y arrancar los coches y varios elementos de contra vigilancia policial.
La alta especialización y pericia en el manejo de dispositivos electrónicos e informáticos hacía que fueran capaces de robar los vehículos en escasos minutos, así como de falsificar todos sus elementos identificativos electrónicos. Los detenidos han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número uno de Alcalá de Henares.
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