Los de importación. Estos son los coches de segunda mano con más probabilidad de presentar un número de kilómetros que no sea el real. Y es que presentan una probabilidad tres veces mayor de tener el kilometraje manipulado.
Y es que en la era de la tecnología y la conectividad, reducir los kilómetros de un vehículo es sorprendentemente sencillo, aunque eso sí, también es completamente ilegal.
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Un informe del portal CarVertical, que analiza los mercados de 14 países diferentes, revela esta preocupante tendencia. La manipulación del cuentakilómetros no solo revierte en un precio de venta inflado de forma ilícita, sino que puede provocar fallos mecánicos graves y costosos, incluso cuando los propios concesionarios no están al tanto de la alteración.
Uno de cada 12 vehículos está manipulado
En España, uno de cada 12 vehículos de segunda mano muestra un cuentakilómetros alterado, lo que implica que se paga un precio mucho más alto por un coche cuyo desgaste real podría ser mucho mayor.
Esta realidad ha impulsado la demanda de servicios de revisión de coches de segunda mano, ofrecidos incluso por influencers en plataformas como TikTok. Estos expertos revisan detalladamente la mecánica, la carrocería, la pintura, el chasis y la centralita (ECU) para detectar accidentes, fallos ocultos o manipulaciones en el kilometraje.
El análisis de CarVertical destaca que el 8,3% de los coches en circulación en España tienen menos kilómetros exhibidos en su odómetro que los que realmente han recorrido. Aunque esta cifra es significativa, otros países como Estonia presentan tasas aún más elevadas, alcanzando el 20%.
Falta de comunicación entre países
La falta de intercambio de información entre los países en sus bases de datos es uno de los factores que facilita esta manipulación. Una vez que un coche es importado, su historial puede comenzar prácticamente desde cero. Sin embargo, existen métodos para verificar el historial real de un vehículo.
En algunos casos, los coches cuentan con registros de mantenimiento y fichas en las bases de datos de sus respectivas marcas. En países como Alemania, por ejemplo, marcas como Mercedes, BMW o Volkswagen pueden tener información detallada sobre sus vehículos a través del número de bastidor. Una llamada o visita a la marca puede evitar futuras sorpresas desagradables.
Además, el desgaste avanzado en elementos interiores como la tapicería del asiento del conductor, la palanca de cambios o el volante, así como la suciedad acumulada en los bajos del vehículo y las suspensiones, pueden ser indicativos de un kilometraje mayor al registrado. Hay que observar estos detalles con mucha atención para detectar una posible manipulación.
Y, por supuesto, pedir un informe detallado a la DGT o a empresas como CarFax, también pueden ayudar en esta importante comprobación.
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