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No es ninguna sorpresa que Jennifer Lopez sea una de las celebridades que pertenece al club de famosos que no conducen. Cardi B, Mariah Carey o Christina Aguilera son algunas de las cantantes que tampoco se ponen al volante, pero sí que poseen coches en sus garajes para hacerse fotos con ellos y tenerlos expuestos e incluso carné de conducir, como es el caso de Aguilera.
Jennifer Lopez también es de aquellas cantantes que que tiene un amplio garaje, además de envidiable por las joyas que alberga. Sin embargo, rara vez se la ha visto manejando uno de sus vehículos. Concretamente, Jennifer Lopez ha estado 25 años sin conducir a pesar de tener el carné. Y la razón es simple y obvia a partes iguales.
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Al igual que Mariah Carey, Jennifer Lopez prefiere desplazarse con un chófer particular o de copiloto cuando viaja con sus parejas. Desde hace dos años, la cantante volvió a retomar su relación con Ben Affleck, actualmente casados, y en numerosas ocasiones se les ha visto en uno de los coches de Jennifer Lopez con ella de copiloto.
¿Y cuál ha sido la razón por la que JLo ha decidido volver a subirse como conductora? La actriz guarda un cariño especial a un coche que le regaló su expareja Álex Rodríguez por su 50 cumpleaños: un Porsche 911 Carrera GTS expresamente personalizado para ella, incluidas sus iniciales, JLo. Este ha sido el único vehículo por el que Lopez ha recuperado la ilusión por conducir.
Además de este, la cantante cuenta con otros modelos exclusivos con los que se desplaza hacia su estudio de baile o simplemente a pasear por las calles. Entre ellos, cuenta con un Rolls-Royce Ghost, un Rolls-Royce Phantom Series II Drophead, un Cadillac Escalade o un Bentley Continental GTC. Además de estos, también destacan algunos modelos de Mercedes, Tesla o Audi en su gran colección.
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