¿Por qué sube la gasolina? La influencia de Rusia en España

La guerra Rusia – Ucrania está afectando a la subida de los carburantes en todo el mundo. La invasión por parte de las tropas de la Federación Rusa del territorio de Ucrania está haciendo que se tambaleen tres sectores claves de la economía global: la energía, los mercados financieros y los productos agrícolas. 

Los precios de la energía se dispararon a las pocas horas de comenzar el conflicto bélico. El petróleo Brent marcó su precio más alto en los últimos siete años, y a día de hoy ya marca 105 dólares. Los analistas tienen claro que cuanto mayor sea conflicto, más importante será el impacto en el suministro mundial. Además, también existe el temor de que el presidente Vladímir Putin pretenda aprovechar el petróleo como otra arma más de guerra. 

Rusia es el tercer exportador de crudo del mercado mundial con 7.433 barriles diarios, según datos del portal de estadísticas Statista. Está por detrás solo de Arabia Saudí, que extrae 8.027 barriles, y Estados Unidos, con 8.117 barriles diarios. Ninguno de estos países aparece entre los que exportaron más petróleo a España en el año 2021. 

Los principales importadores de crudo a España 

Las importaciones de petróleo hacia España han aumentado en los últimos años, pero sin llegar a las cifras prepandemia. En 2021 alcanzaron los 56,2 millones de toneladas, un 2,4% más que el año anterior, aunque lejos de los 67,58 millones de toneladas que marcó el récord en 2018. Además, a la cifra de 2021 hay que añadirle la enorme subida del precio, que al cerrar el año se incrementó en un 50,4% respecto al año 2020.

Según los datos ofrecidos por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES), que depende del Ministerio de Transición Ecológica, los principales suministradores de crudo durante 2021 a España fueron estos:  

1. Nigeria: 18,3% 
2. México: 13,6% 
3. Libia: 11,2% 
4. Kazajistán: 7,5% 
5. Estados Unidos: 7,3% 

No parece que el conflicto bélico con Ucrania, más allá del aumento global de los precios, vaya a repercutir directamente en el abastecimiento de gasolina en España. En estos momentos, Rusia solo suministra el 4,3% del petróleo que se consume en España. Sin embargo, la cifra se dispara en el porcentaje total de la Unión Europea, ya que recibe el 25% de las reservas.

Otro dato que arroja el análisis de CORES es la ausencia en la lista de suministradores de un país como Venezuela, debido a las sanciones interpuestas por Estados Unidos, y del que tradicionalmente España había recibido crudo. 

¿Por qué sube la gasolina?

El ascenso de los precios de la gasolina, no obstante, no solo se puede achacar a la guerra Rusia – Ucrania. Las tensiones entre los dos países comenzaron hace escasos meses, mientras que los costes llevan creciendo mucho tiempo. El año 2021 se cerró con un incremento del 50,4% respecto al ejercicio anterior. Según los cálculos acometidos por asociaciones de consumidores, llenar el depósito en España cuesta una media de 15 euros más que hace un año.

Los principales motivos que han hecho ascender el precio del crudo según los expertos son tres:

• Tensiones geopolíticas. La agitación vivida en Oriente Próximo y el Europa del Este, unida al bajo nivel de extracción de crudo por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) hicieron que se disparara el precio del petróleo Brent, valor de referencia en Europa, pasando los 90 dólares por barril por primera vez desde octubre de 2014.
• Mayor movilidad. Los confinamientos derivados de la pandemia de la covid causaron un parón en la movilidad en todo el planeta. Por ende, los países productores tuvieron que ajustar la producción a la nueva situación. Tras la vuelta a la nueva normalidad en la movilidad, hubo un aumento de la demanda, pero no de la producción. Esta variable generó también el alza en los precios.
• Impuestos. Los gobiernos de la Unión Europea obtienen unas enormes ganancias gracias a los impuestos de los carburantes. En plena crisis, la tributación ha subido para cuadrar presupuestos. Los impuestos al diésel, y en menor medida a la gasolina, ya suponen casi el 60% del precio del litro en algunos países de la UE.