Siempre hay una primera vez para todo, y Bentley ha experimentado esa sensación dos veces seguidas con el mismo modelo. El Bentayga no solo es su primer SUV, sino que además también es el primer diésel de la historia de la marca.
El fabricante británico ha echado mano de Audi y le ha pedido prestado el motor del SQ7 TDI para dar vida a su todocamino. Se trata de un 4.0 V8 TDI sobrealimentado por dos turbocompresores y un compresor eléctrico de 48 voltios llamado ‘e-booster’, que mejora la respuesta del motor a cualquier régimen, sobre todo a bajas revoluciones.
Como resultado, el Bentayga diésel desarrolla una potencia total de 435 CV y un par máximo de 900 Nm, cifras exactas a las de su primo alemán. No acaban ahí las similitudes con el Q7. También asocia el bloque a una caja de cambios automática ZF de ocho velocidades y manda toda la fuerza a las cuatro ruedas.
Igualmente calcado es su tiempo de aceleración en el 0-100: 4,8 segundos. Sin embargo, y he aquí una diferencia importante, la velocidad máxima del Bentayga diésel es de 270 km/h, mientras que la del modelo de los cuatro aros está limitada a 250 km/h.
Estos 20 kilómetros extra le sirven para hacerse con el título honorífico de ‘SUV diésel más rápido del mundo’, perfecto para acompañar en la pared de los trofeos al de ‘SUV más rápido del mundo’ que ya ostenta la versión de gasolina.
Las cifras de consumo y emisiones, al menos sobre el papel, se sitúan en 7,3 l/100 km y 210 g/km de CO2.
Ya se pueden realizar pedidos y las primeras unidades llegarán a comienzos de 2017. No hay precio para España, aunque en Reino Unido costará 135.800 libras (unos 160.000 euros), 30.000 libras (unos 35.000 euros) menos que el gasolina.
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