Un conductor promedio se encuentra con muchos términos a priori desconocidos en su vida al volante. Algunos acaban siendo familiares, otros solo le suenan de oídas y en muchos casos desconoce el significado de la mayoría. Es algo lógico, sobre todo cuando algunos hacen referencia a tipologías de vehículo muy de nicho, pero que de vez en cuando saltan a la palestra.
Ejemplos de ellos hay bastantes, pero unos que suelen llevar a confusión son los de ATV y UTV. Ambos hacen referencia al mundo del todoterreno y tienen similitudes entre sí, pero también diferencias que les otorgan un carácter propio.
Un ATV es un ‘All Terrain Vehicle’ (Vehículo Todoterreno) y se presenta como un vehículo de cuatro ruedas, con una o dos plazas y con manillar. Entra dentro de la categoría de los cuadriciclos y para acelerar, en lugar de con el giro de puño propio de las motocicletas, utiliza un gatillo.
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Son bastante versátiles, suelen utilizarse para diversos tipos de labores, que van desde el ocio o a llevar a cabo tareas agrícolas; pueden tener una superficie de carga detrás y cuentan con una potencia y tracción suficiente como para salvar terrenos escarpados y grandes pendientes.
Se tiende a confundir los ATV con los quads, pero no son los mismo. Estos últimos son también cuadriciclos, pero de tracción trasera, más ligero y tienen un enfoque más centrado en el ocio, hasta el punto de que son usados incluso en competición.
Por otro lado están los UTV, ‘Utility Task Vehicle’ (Vehículo para Tareas Utilitarias). Aunque se utilizan también para el ocio, con modelos pensados para la conducción deportiva, son vehículos diseñados para tareas específicas como puede ser el ejército, exploración o actividades forestales.
Tiene un formato más similar al de un buggy, pues presentan una carrocería cerrada y los usuarios (normalmente dos) van en asientos uno al lado del otro. Cuentan con volante y pedales, además de con mayores medidas de seguridad que los ATV. Además, tiene un peso y una potencia mayores y están clasificados como cuadriciclos pesados.
Los SUV y los SAV
Aunque el caso de los UTV y ATV sea más desconocido porque se trata de un tipo de vehículos más de nicho, la industria del motor está repleta de siglas que se usan a menudo, pero cuyo significado es desconocido para gran parte de los conductores.
El ejemplo paradigmático es el de los SUV. Son el tipo de vehículo más vendido en España y el formato preferido por la mayoría de fabricantes para lanzar nuevos modelos, pero, ¿qué significa esta palabra?
Es un término que proviene del inglés ‘Sport Utility Vehicle’, es decir, ‘Vehículo Utilitario Deportivo’. Es algo que en primera instancia no tiene mucho sentido, puesto que aunque sean automóviles prácticos, por norma general, la deportividad no es un valor que se les aplique de base.
Además, hay marcas que han intentado dar una vuelta de tuerca extra al concepto al aplicarlo a sus coches, como es el caso de BMW. Es sus comunicaciones la firma germana se ha referido a sus todocaminos con palabras que buscan diferenciarse de SUV.
Una de ellas es SAV, por el inglés ‘Sport Activity Vehicle’, que en español significa ‘Vehículo de Actividad Deportiva’. La otra es una variante denominada como SAC, por ‘Sport Activity Coupe’, que la compañía emplea para definir a sus todocaminos de carrocería cupé.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.