La actual generación del Seat León presenta la gama mecánica más variada de su historia gracias a la incorporación por primera vez de opciones microhíbridas e híbridas enchufables, pero el compacto no se olvida de la que fue su primera tecnología alternativa. Seat lanza para el compacto una nueva variante TGI de gas natural comprimido (GNC) que está disponible desde 26.250 euros en la carrocería de cinco puertas y desde 29.110 euros en la familiar Sportstourer.
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Ambas versiones utilizan un motor 1.5 TGI tetracilíndrico que desarrolla 130 CV y 200 Nm de par máximo, que se alimenta con gasolina y GNC. Este se almacena en tres depósitos con una capacidad total de 17,3 kilos, gracias a los cuales puede recorrer hasta 440 kilómetros. Eso sí, como la red de gasineras todavía es escasa (un centenar de puntos en toda España), dispone de un depósito de gasolina adicional de nueve litros para cuando el gas se acaba.
Esta limitación, especialmente si no se tiene una estación cerca, se compensa con un argumento económico de peso: el gas natural comprimido es un combustible más barato, ahora mismo con un precio medio de 0,80 euros por kilo. Con un consumo medio de entre 3,7 y 4,4 kilos cada 100 kilómetros (según la carrocería y si se trata de una versión manual o con cambio automático), el coste de recorrer esta distancia es de unos tres euros.
A esto hay que sumar que el gas contamina menos, con unas emisiones de dióxido de carbono un 25% inferiores a las de un motor de gasolina, entre 103 y 120 g/km en el Seat León TGI según versión. Por otra parte, los modelos que disponen de esta hibridación obtienen la etiqueta ECO de la DGT. Y esto, a su vez, implica ciertas ventajas fiscales, así como de uso.
Seat ha optado por ofrecer esta mecánica con la mayoría de los acabados del modelo (Style, Xcellence y FR), dejando fuera solo al Reference.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.