Blanco, negro y gris. Estos son los colores de coche más habituales y la creencia popular explica por qué se eligen: son atemporales, más fáciles de mantener limpios, llaman menos la atención…
Pero la ciencia puede que haya encontrado otros motivos por los que los conductores escogen ciertos colores de coche por encima de otros. Y las respuestas puede que no gusten a todos.
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La Universidad de Groningen, en Países Bajos, ha desarrollado un estudio que pone bajo el microscopio las elecciones de los compradores de coches según el color de la carrocería escogido.
Empezando por los colores de coche más vendidos, los investigadores tienen muy claro qué pasa por la cabeza de aquellos que escogen el gris. Es un tono asociado a la sobriedad, pero el estudio dice que es aburrido y sugiere falta de interés por destacar (que no tiene por qué ser una razón negativa. Eso sí, las personas que apuestan por un coche de color gris tienden a ser más conservadoras y poco creativas.
Por otro lado, aunque no es un tono muy popular, los investigadores de la Universidad de Groningen apuntan que el marrón es un color asociado a aquellos prudentes e incluso simples. Junto con el amarillo, estos tres colores están asociados por este estudio a los conductores ‘menos inteligentes’.
Y es que, el amarillo, aunque parezca un color de coche original, para los investigadores es un tono que escogen las personas que tienen creatividad superficial. Es decir, que quieren destacar, pero que realmente no tienen unos gustos personales o estéticos sólidos.
El color de los inteligentes
En el extermo opuesto, diferentes estudios psicológicos que se han llevado a término durante la última década confirman que los conductores más inteligentes apuestan por el color blanco para sus coches.
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Obviamente, esta investigación ha levantado cierto revuelo. ¿Es cierto que una sencilla decisión como es el color del coche revela rasgos de la propia personalidad?
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