Elon Musk, dueño de Tesla, ha estado protagonizando los titulares desde que Donald Trump llegó al poder en Estados Unidos, debido a su participación en el trabajo gubernamental y sus inclinaciones políticas.
Y el odio contra él va en aumento. Algunos le critican sobre todo por su apoyo al nuevo presidente estadounidense, pero también por las decisiones que toma al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dado que no es un funcionario electo.
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El último y más sonado acto vandálico se ha producido en Las Vegas, debido al lanzamiento de varios cócteles molotov seguidos de disparos contra los coches de un concesionario de la famosa marca americana, lo que ha provocado un incendio que se ha hecho viral en las redes.
Rampant domestic terrorism against Teslas
SWATTING conservative influencers
Vehement protesting and lawfare against the deportations of violent criminals
This is not freedom of speech or Democratically aligned self-expression
This is anarchoterrorism
— Shaun Maguire (@shaunmmaguire) March 18, 2025
Estos actos contra todo lo que tenga que ver con Tesla se multiplican por el país e incluso en varios países Europa ya se han notificado ataques y protestas contra varios vehículos de la marca.
Además, también se han producido numerosas manifestaciones en Estados Unidos e incluso en Canadá para oponerse al que también es el jefe de SpaceX y de la red social X.
¿Qué está pasando?
Las estaciones de carga en varios estados se han convertido en objetivos principales para los vándalos. Algunos han llenado los cargadores con espuma, han cortado por completo los cables, los han pintado con grafitis nazis e incluso han llegado al extremo de prenderles fuego.

Pero este comportamiento incendiario no se limita a las estaciones de carga. Esto también está sucediendo en concesionarios de Estados Unidos y de Francia. En uno de ellos, una persona disparó varias balas contra un concesionario de Portland (Oregón), dañando tanto el stock de Tesla como los vehículos de los clientes.
Lo más sorprendente de todo esto es que la gran mayoría de estas acciones las llevan a cabo individuos, no grandes grupos. Esto podría hacer pensar que unos pocos incidentes aislados se calmarían rápidamente, pero no ha sido el caso. Es más, parece estar alimentando protestas más grandes en todas partes.

En Nueva York, los manifestantes ocuparon recientemente el concesionario de Tesla en Manhattan. La policía arrestó a seis personas en relación con el acto, pero los partidarios se refirieron a él como “la forma en que vencimos al fascismo».
En Chicago, un grupo de protesta hizo marchar a sus partidarios por las calles en un evento llamado ‘Take Down Tesla, Trump, and Tyranny’ (Acaba con Tesla, Trump y la tiranía). Varios agentes de policía se alinearon frente al concesionario local de Tesla para protegerlo.
Y no solo eso, sino que algunos dueños de vehículos Tesla han sufrido agresiones con inyecciones, vandalismo con pintura en aerosol e innumerables amenazas a quienes no están dispuestos a vender su coche.
¿Qué dice Musk?
Precisamente en su red social, X, Elon Musk comentó la situación hace unos días, agradeciendo a las personas que han mostrado apoyo a la marca a pesar de los eventos recientes.

“Un gran agradecimiento a todos los que apoyan a Tesla a pesar de los numerosos ataques a nuestras tiendas y oficinas”, escribió.
En opinión de Musk, hay una fuerza mayor detrás de estas protestas. En concreto, afirma que cinco grupos financiados por ActBlue están detrás de ellas.
ActBlue, una organización política de izquierdas, está financiada por figuras como “George Soros, Reid Hoffman, Herbert Sandler, Patricia Bauman y Leah Hunt-Hendrix”, según Musk.
Hay que señalar que, si bien existen teorías conspirativas, en este momento no hay evidencia que vincule a ActBlue, ni a ninguna otra entidad política importante, con estas protestas.
En este momento, no está claro si todo esto es un movimiento puramente popular contra Musk, una sórdida conspiración o una mezcla de ambos. Lo que sí está demostrándose es que la gente está enojada con Musk y se está desquitando con los concesionarios y propietarios de Tesla, la mayoría de los cuales no tienen absolutamente nada que ver con Musk, sus acciones o sus inclinaciones políticas.

Y por si fuera poco… caída en bolsa
Por si todos estos altercados no resultaran suficientes para dañar la imagen de la marca y de su propietario, Tesla también ha sufrido en su cotización bursátil.
En las semanas posteriores a la victoria electoral de Donald Trump, el precio de las acciones de Tesla se disparó hasta alcanzar un récord de 479 dólares (439 euros) por acción, lo que elevó el patrimonio neto de Elon Musk a alturas estratosféricas, aumentando su valor en más de 150.000 millones de dólares (137.000 millones de euros).
Pero desde sus variadas y polémicas declaraciones, las acciones de Tesla han estado en una espiral descendente, cayendo en total más de un 50% hasta quedarse en algo más de 200 dólares, a día de hoy 233 para ser exactos (215 euros), un nivel que no se veía desde septiembre del año pasado.

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