Hace nueve años que ‘Stranger Things’ llegó a Netflix y, ahora, la serie se despide de todos sus seguidores. Este jueves, 27 de noviembre, han estrenado su última temporada dividida en tres partes.
Stranger Things es una oda de Matt y Ross Duffer a los años ochenta. Un homenaje, cargado de nostalgia y fantasía, a la música, la moda y la cultura pop de aquella época que ha acabado siendo todo un fenómeno. Un universo en el que también hay hueco para los coches: la cuenta de Instagram ‘deceroa100mx’ los ha recopilado.
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Ford Pinto (1976) de Joyce Byers
La madre de Will, uno de los protagonistas, tiene uno de los coches más recordados de la historia del motor: un Ford Pinto. Este compacto se diseñó, se creó y se produjo en 25 meses para hacer frente a las marcas japonesas.
Era un modelo ligero, barato… y famoso por un par de defectos de serie. El primero de ellos era la ubicación del depósito, que estaba en el eje trasero. La estructura que lo protegía era muy débil y cuando recibía un impacto por detrás, los tornillos del diferencial se clavaban en él y explotaba. El segundo eran las puertas: en un golpe por detrás a 40 km/h, se bloqueaban y no se podían abrir.

Chevrolet Blazer K5 (1980) de Jim Hopper
El padre adoptivo de Once trabaja como jefe de policía de Hawkins y conduce un Chevrolet Blazer K5, que en esta tercera generación también recibió el nombre de Chevrolet Tahoe. Este clásico todoterreno era conocido por su robustez y su techo que, originalmente, se podía desmontar.

Oldsmobile Cutlass 442 de Lonnie Byers
El padre de Will conduce un Oldsmobile 442, un ‘muscle car’ que fue producido por la división Oldsmobile de General Motors. Al principio fue el paquete especial W-30 ofrecido en el F-85 y el Cutlass, pero después se convirtió en un modelo de pleno derecho.

BMW 733i (1981) de Steve Harrington
Steve Harrington conduce una unidad de la mayor berlina fabricada por BMW: el Serie 7. Pertenece a la primera generación y estaba impulsado por un motor de seis cilindros en línea. Su diseño se caracterizaba por sus pilares, muy inclinados, y su baja línea de cintura: una combinación que daba un punto de discreta deportividad a este coche premium.

Ford LTD (1972) de Jonathan Byers
El hermano de Will se mueve en un Ford LTD. Este vehículo (impulsado por un V8) se convirtió en la versión de lujo del Ford Galaxie, pero la marca necesitaba un modelo de gama alta para competir con el Chevrolet Caprice, la versión de lujo del Impala, y él fue el elegido.

Toyota Camry (1984) de Bob Newby
El que fuera pareja de Joyce Byers tenía un Toyota Camry, el modelo encargado de recoger el testigo del Toyota Corona. Comenzó siendo la versión berlina del Toyota Celica, pero, con el paso del tiempo, fue cambiando su fisonomía. Hoy es la berlina de representación de la marca japonesa, situándose por encima del Avensis y el Corolla.

Volkswagen Kombi Transporter de Argyle
El mejor amigo de Jonathan Byers tiene una Volkswagen Tipo 2. En función de la carrocería, su denominación cambiaba: Transporter (pasajeros), Kombi (pasajeros o carga) y Minibus.

Chevrolet Camaro (1981) de Billy Hargrove
El hermanastro de Max conducía un Chevrolet Camaro perteneciente a la tercera generación. Mantuvo casi toda su filosofía de ‘pony car’ (estética y precio), pero este fue el primero que montó un motor de cuatro cilindros. Esta decisión lo convirtió en la oveja negra de la saga.

Mercury Grand Marquis Colony Park de Nancy Wheeler
La hermana de Mike Wheeler tiene un Mercury Colony Park, un coche familiar de la división Mercury de Ford que, también, era el modelo de gama alta. Se convirtió en el buque insignia de la marca y contaba con características tan particulares como los paneles que imitaban la madera.

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