Cualquier vehículo destinado al transporte de pasajeros acumula un número de kilómetros muy superior al de un coche de uso particular. Sin embargo, este Mercedes ha superado cualquier marca hasta ahora conocida: ha recorrido más de siete millones de kilómetros sin salir de Canarias.
Corría el año 1986 cuando Domingo (más conocido como ‘Dominguito’) adquirió un Mercedes que convertiría en taxi. Concretamente, era un Mercedes Benz W123 Lang 240D Limousina, impulsado por un motor diésel de cuatro cilindros que desarrolla una potencia de 71 CV. En aquel momento sólo optó por un extra: la caja manual de cinco velocidades.
Tardó en matricularlo un par de años: fue el 30 de agosto de 1988 cuando comenzó a acumular kilómetros. En aquel momento, probablemente, ‘Dominguito’ no imaginaba hasta dónde iba a llegar su taxi: hoy en día ha recorrido la misma distancia que si hubiera ido a la Luna nueve veces y que si hubiera dado la vuelta al mundo 175 veces.
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Un taxi con más de siete millones de kilómetros
Increíble, pero es cierto. El odómetro de este Mercedes acumula más de siete millones de kilómetros: una cifra que van actualizando en el salpicadero del modelo alemán. Tiene sitio para siete pasajeros, aparte del conductor, y son precisamente los turistas de su país de origen sus mayores fans. Tanto es así que mucho reservan sus servicios antes de llegar y no suele faltar la foto con el taxi cuando finaliza el viaje.
Explican en Minicar que su escenario habitual es el aeropuerto de Gran Canaria y Maspalomas, aunque se mueve por toda la isla. No descansa nunca: los tres conductores que están al frente de este Mercedes W123 se reparten en tres turnos de ocho horas. Así, no es de extrañar que cada día haga, más o menos, 700 kilómetros en trayectos de 30-40 kilómetros: a la semana, esto se traduce en 5.000 kilómetros, aproximadamente.
Con semejante cifra no es de extrañar que tengan que hacer un cambio de aceite a la semana. El resto del mantenimiento sigue las pautas marcadas con cada millón de kilómetros acumulado, revisan el motor en profundidad. La mecánica no es la original: es la segunda que monta y tienen una de reserva por si, en algún momento, la necesitan.
La restauración del Mercedes
Cuando Domingo falleció, fue su hijo quien se hizo cargo de un taxi que, en aquel momento, el año 2008, ya acumulaba 3,7 millones de kilómetros. Uno de los tres conductores que está tras el volante de este resistente Mercedes es Rafael. Su experiencia como mecánico le llevó a hacer una propuesta.
Hasta entonces el mantenimiento había sido el necesario, así que planteó la posibilidad de desmontar el Mercedes y restaurar todo lo que fuera necesario: carrocería, chapa, mecánica, puertas, sistemas, mecanismos, pintura… Un mes después, el taxi lucía como nuevo: ha sido el único período en el que ha estado parado desde 1988.
Algunos extras para el taxi
Eso sí, con el paso del tiempo, este Mercedes W123 ha recibido algunas mejoras para resistir el paso del tiempo, de los kilómetros y de los pasajeros, así como las consecuencias del clima. El asiento del conductor se sustituyó por uno de Recaro con apoyo lumbar: el resto son los originales, que fueron reforzados y retapizados. El volante procede de un Mercedes W124.
Por otro lado, desmontaron el termostato por seguridad e instalaron frenos de disco ventilados de un Mercedes W126. A nivel estructural, se ha reforzado el puente trasero con una chapa de dos milímetros para evitar los efectos de la sobrecarga, se ha hecho lo propio con el techo y en él también instalaron una baca.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.